Pemex generó una pérdida de 68,000 millones de pesos para el gobierno en 2024, a pesar de recibir mayores ingresos y apoyos financieros sin mejorar sus resultados operativos.
Petróleos Mexicanos (Pemex) ha dejado de ser una fuente de ingresos para la hacienda pública en este sexenio, generando una pérdida de más de 68 mil millones de pesos para el gobierno federal durante los primeros cinco meses del año.
Este es el primer saldo negativo en la relación entre los ingresos petroleros del estado mexicano y los apoyos otorgados a la empresa productiva del estado desde 2019.
Entre enero y mayo, Pemex aportó 83 mil 300 millones de pesos al gobierno, mientras que Hacienda transfirió 151 mil millones de pesos a la petrolera estatal a través de la Secretaría de Energía (SENER). Estas transferencias pudieron haberse destinado a amortizar la deuda o pagar a proveedores, resultando en un saldo negativo.
En contraste, los años 2022 y 2023 registraron saldos positivos de 117 mil y 114 mil millones de pesos, respectivamente.
Los datos de la Secretaría de Hacienda muestran que Pemex ha aumentado sus ingresos en un 39.2% durante el mismo periodo, pasando de 268 mil millones de pesos el año pasado a más de 390 mil millones de pesos. Sin embargo, las transferencias al Fondo Mexicano del Petróleo cayeron en un 41.2%, alcanzando 81 mil 919 millones de pesos y los resultados operativos de la compañía siguen en picada.
El aumento en los ingresos de Pemex se debe a la reducción fiscal impuesta por el gobierno federal, especialmente en la Tasa de Utilidad Compartida (DUC), que ha disminuido del 65% al 30% durante el sexenio. Hasta ahora, el mayor apoyo a Pemex se registró en 2021, con más de 300 mil millones de pesos en todo el año. La tendencia actual, con 151 mil millones de pesos inyectados en solo cinco meses, sugiere que 2024 podría marcar un nuevo récord en apoyos.
A pesar de estos apoyos, Pemex no ha mejorado sus resultados operativos: la producción de petróleo no ha aumentado, no se han incrementado las reservas y los indicadores de refinación no han mejorado.
Pemex generó una pérdida de 68,000 millones de pesos para el gobierno en 2024, a pesar de recibir mayores ingresos y apoyos financieros sin mejorar sus resultados operativos.
Petróleos Mexicanos (Pemex) ha dejado de ser una fuente de ingresos para la hacienda pública en este sexenio, generando una pérdida de más de 68 mil millones de pesos para el gobierno federal durante los primeros cinco meses del año.
Este es el primer saldo negativo en la relación entre los ingresos petroleros del estado mexicano y los apoyos otorgados a la empresa productiva del estado desde 2019.
Entre enero y mayo, Pemex aportó 83 mil 300 millones de pesos al gobierno, mientras que Hacienda transfirió 151 mil millones de pesos a la petrolera estatal a través de la Secretaría de Energía (SENER). Estas transferencias pudieron haberse destinado a amortizar la deuda o pagar a proveedores, resultando en un saldo negativo.
En contraste, los años 2022 y 2023 registraron saldos positivos de 117 mil y 114 mil millones de pesos, respectivamente.
Los datos de la Secretaría de Hacienda muestran que Pemex ha aumentado sus ingresos en un 39.2% durante el mismo periodo, pasando de 268 mil millones de pesos el año pasado a más de 390 mil millones de pesos. Sin embargo, las transferencias al Fondo Mexicano del Petróleo cayeron en un 41.2%, alcanzando 81 mil 919 millones de pesos y los resultados operativos de la compañía siguen en picada.
El aumento en los ingresos de Pemex se debe a la reducción fiscal impuesta por el gobierno federal, especialmente en la Tasa de Utilidad Compartida (DUC), que ha disminuido del 65% al 30% durante el sexenio. Hasta ahora, el mayor apoyo a Pemex se registró en 2021, con más de 300 mil millones de pesos en todo el año. La tendencia actual, con 151 mil millones de pesos inyectados en solo cinco meses, sugiere que 2024 podría marcar un nuevo récord en apoyos.
A pesar de estos apoyos, Pemex no ha mejorado sus resultados operativos: la producción de petróleo no ha aumentado, no se han incrementado las reservas y los indicadores de refinación no han mejorado.