Pemex concentra el 60% de la deuda total de las principales petroleras de América Latina, con 106 mil 056 millones de dólares, superando significativamente a otras empresas del sector.
La deuda financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue siendo un tema de preocupación. Según un análisis de Fitch Ratings, la empresa estatal mexicana acapara el 60% del pasivo total de las principales productoras de petróleo en América Latina. De las 11 empresas evaluadas, incluidas cinco nacionales y seis independientes, la deuda total al cierre de 2023 fue de 176 mil millones de dólares, de los cuales 106 mil 056 millones pertenecen a Pemex.
Esta cifra coloca a Pemex en una situación de desventaja comparativa. Por ejemplo, Petrobras, la mayor productora de crudo de la región y una de las diez principales del mundo con una producción de 3.6 millones de barriles diarios, reportó una deuda de 28,801 millones de dólares. La deuda de Pemex es 3.7 veces mayor, aunque su producción es la mitad, con 1.8 millones de barriles diarios.
Otras empresas nacionales como Ecopetrol de Colombia, YPF de Argentina y Heritage Petroleum de Trinidad y Tobago reportaron deudas significativamente menores. Las empresas independientes de la región, como GeoPark Limited y Frontera Energy Corporation, también tienen pasivos mucho menores en comparación con Pemex.
El gobierno mexicano ha intentado reducir esta deuda, pero sigue siendo un desafío tanto para Pemex como para las finanzas públicas del país. Fitch Ratings destaca que los altos impuestos aplicados históricamente a Pemex han dejado a la empresa sin capacidad para mantener el gasto de capital necesario para su operación eficiente. Esto, junto con demoras en proyectos clave como la refinería Dos Bocas, ha agravado los problemas de flujo de efectivo y aumentado el endeudamiento.
La agencia prevé que Pemex seguirá siendo una carga fiscal significativa para México, impactando negativamente en las finanzas públicas. Desde 2019, el gobierno mexicano ha proporcionado a Pemex alrededor del 1% del PIB anualmente, lo que reduce la recaudación de impuestos y afecta la economía nacional. Fitch menciona que todo lo que genera Pemex se destina al pago de intereses de la deuda, en lugar de invertirse en áreas rentables como Exploración y Producción.
Pemex concentra el 60% de la deuda total de las principales petroleras de América Latina, con 106 mil 056 millones de dólares, superando significativamente a otras empresas del sector.
La deuda financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue siendo un tema de preocupación. Según un análisis de Fitch Ratings, la empresa estatal mexicana acapara el 60% del pasivo total de las principales productoras de petróleo en América Latina. De las 11 empresas evaluadas, incluidas cinco nacionales y seis independientes, la deuda total al cierre de 2023 fue de 176 mil millones de dólares, de los cuales 106 mil 056 millones pertenecen a Pemex.
Esta cifra coloca a Pemex en una situación de desventaja comparativa. Por ejemplo, Petrobras, la mayor productora de crudo de la región y una de las diez principales del mundo con una producción de 3.6 millones de barriles diarios, reportó una deuda de 28,801 millones de dólares. La deuda de Pemex es 3.7 veces mayor, aunque su producción es la mitad, con 1.8 millones de barriles diarios.
Otras empresas nacionales como Ecopetrol de Colombia, YPF de Argentina y Heritage Petroleum de Trinidad y Tobago reportaron deudas significativamente menores. Las empresas independientes de la región, como GeoPark Limited y Frontera Energy Corporation, también tienen pasivos mucho menores en comparación con Pemex.
El gobierno mexicano ha intentado reducir esta deuda, pero sigue siendo un desafío tanto para Pemex como para las finanzas públicas del país. Fitch Ratings destaca que los altos impuestos aplicados históricamente a Pemex han dejado a la empresa sin capacidad para mantener el gasto de capital necesario para su operación eficiente. Esto, junto con demoras en proyectos clave como la refinería Dos Bocas, ha agravado los problemas de flujo de efectivo y aumentado el endeudamiento.
La agencia prevé que Pemex seguirá siendo una carga fiscal significativa para México, impactando negativamente en las finanzas públicas. Desde 2019, el gobierno mexicano ha proporcionado a Pemex alrededor del 1% del PIB anualmente, lo que reduce la recaudación de impuestos y afecta la economía nacional. Fitch menciona que todo lo que genera Pemex se destina al pago de intereses de la deuda, en lugar de invertirse en áreas rentables como Exploración y Producción.