ExxonMobil proyecta que el petróleo y gas natural representarán más del 50% del consumo energético en 2050, destacando su rol en la industria y transporte.
ExxonMobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, ha publicado un informe en el que proyecta que el petróleo y el gas natural seguirán siendo fundamentales en la matriz energética mundial en 2050, a pesar de los esfuerzos por mitigar el cambio climático. Según la compañía, estos combustibles fósiles representarán más de la mitad del consumo energético global, con una demanda estimada de más de 100 millones de barriles diarios.
La empresa con sede en Texas señala que, aunque la demanda de petróleo para la gasolina de vehículos personales disminuirá, el uso industrial del petróleo, junto con el transporte de alta carga en tierra, mar y aire, compensará esta caída. En particular, Exxon prevé un aumento del 30% en la demanda para procesos industriales y un 10% para el transporte comercial, mientras que el uso en vehículos comunes podría reducirse en un 25%.
Exxon advierte que una disminución en la inversión en combustibles fósiles podría provocar una caída significativa en la oferta global de petróleo hacia 2030, lo que potencialmente dispararía los precios hasta un 400%, con graves consecuencias económicas como el aumento del desempleo.
Sin embargo, la compañía también predice que las emisiones de carbono comenzarán a disminuir a partir de 2030, con una reducción del 25% para 2050, impulsada por la eficiencia energética, el aumento de las energías renovables y tecnologías emergentes como el hidrógeno y el almacenamiento de carbono.
A pesar de esto, Exxon reconoce que estas cifras están lejos de los objetivos establecidos en los Acuerdos de París y llama a la implementación de políticas públicas más efectivas y avances tecnológicos.
ExxonMobil proyecta que el petróleo y gas natural representarán más del 50% del consumo energético en 2050, destacando su rol en la industria y transporte.
ExxonMobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, ha publicado un informe en el que proyecta que el petróleo y el gas natural seguirán siendo fundamentales en la matriz energética mundial en 2050, a pesar de los esfuerzos por mitigar el cambio climático. Según la compañía, estos combustibles fósiles representarán más de la mitad del consumo energético global, con una demanda estimada de más de 100 millones de barriles diarios.
La empresa con sede en Texas señala que, aunque la demanda de petróleo para la gasolina de vehículos personales disminuirá, el uso industrial del petróleo, junto con el transporte de alta carga en tierra, mar y aire, compensará esta caída. En particular, Exxon prevé un aumento del 30% en la demanda para procesos industriales y un 10% para el transporte comercial, mientras que el uso en vehículos comunes podría reducirse en un 25%.
Exxon advierte que una disminución en la inversión en combustibles fósiles podría provocar una caída significativa en la oferta global de petróleo hacia 2030, lo que potencialmente dispararía los precios hasta un 400%, con graves consecuencias económicas como el aumento del desempleo.
Sin embargo, la compañía también predice que las emisiones de carbono comenzarán a disminuir a partir de 2030, con una reducción del 25% para 2050, impulsada por la eficiencia energética, el aumento de las energías renovables y tecnologías emergentes como el hidrógeno y el almacenamiento de carbono.
A pesar de esto, Exxon reconoce que estas cifras están lejos de los objetivos establecidos en los Acuerdos de París y llama a la implementación de políticas públicas más efectivas y avances tecnológicos.