A pesar de las promesas de autosuficiencia energética, México sigue dependiendo de importaciones de gasolina y diésel, representando más del 50% de sus ventas internas en 2024.
En su último informe de gobierno, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró su promesa de alcanzar la autosuficiencia energética en México antes de finalizar 2024, afirmando que Petróleos Mexicanos (Pemex) dejará de importar combustibles automotrices como gasolina y diésel para producirlos en sus propias refinerías. Sin embargo, las cifras más recientes de la estatal petrolera muestran que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar este objetivo.
Entre enero y julio de 2024, Pemex importó un promedio diario de 384 mil 336 barriles de gasolina, lo que representó el 57.6% de las ventas internas de la empresa. Aunque estas importaciones han disminuido un 36% en comparación con 2018, apenas han bajado un 0.8% en relación con 2023, lo que indica que la autosuficiencia prometida requeriría un cambio drástico en los próximos meses.
El escenario es similar para el diésel, cuyas importaciones alcanzaron un promedio diario de 144 mil 847 barriles en el mismo periodo, lo que equivale al 54.9% de las ventas internas. Aunque el volumen importado de diésel ha disminuido un 12% en comparación con 2023 y un 40% respecto a 2018, la dependencia sigue siendo significativa.
Estas cifras reflejan los desafíos que enfrenta México para cumplir con la promesa de autosuficiencia energética. La producción interna de combustibles sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda, lo que obliga al país a seguir dependiendo de las importaciones, principalmente de Estados Unidos. A pesar de las inversiones en refinerías y la modernización del sistema de refinación, la meta de autosuficiencia parece difícil de alcanzar en el corto plazo.