Pemex aplazará actividades de exploración y producción para optimizar recursos y ahorrar 26.8 mil millones de pesos, priorizando proyectos con mayor generación de valor.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reducirá la actividad de su división de exploración y producción (PEP) en el último trimestre de 2024, buscando un ahorro de 26.8 mil millones de pesos, según un documento interno firmado por Néstor Martínez, director de PEP.
Esta medida, esta enfocada en optimizar recursos hacia el cierre del año, implicará la postergación de varios proyectos y la adquisición de estudios sísmicos, que se retrasarán hasta 2025.
El ajuste presupuestario se da en el contexto de los esfuerzos del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre, para mantener la producción de crudo en un promedio de 1.8 millones de barriles por día (bpd) durante su administración.
Actualmente, Pemex produce 1.5 millones de barriles por día, aunque este número se eleva a 1.8 millones si se incluyen los condensados, los cuales rondan los 265 mil barriles diarios al mes de agosto.
El documento de Pemex señala que las actividades de exploración y producción se ajustarán para priorizar los pozos con mayor “generación de valor”, mientras que otras operaciones, como el taponamiento de pozos, se reprogramarán.
Además, se espera que la reducción de actividades en el corto plazo afecte tanto la inversión en nuevas exploraciones como la adquisición de equipos y servicios.
Pemex enfrenta una deuda financiera de casi 100 mil millones de dólares, además de pasivos por 20 mil millones de dólares a proveedores, de acuerdo con las últimas cifras reportadas antes de la conclusión de la administración anterior. A pesar de haber realizado importantes pagos a lo largo del año, la petrolera continúa implementando medidas de austeridad para aliviar su carga financiera.
Este ajuste presupuestario es parte de un esfuerzo más amplio para equilibrar las finanzas de Pemex, mientras el gobierno busca asegurar su estabilidad financiera sin comprometer la producción de crudo a largo plazo.
Pemex aplazará actividades de exploración y producción para optimizar recursos y ahorrar 26.8 mil millones de pesos, priorizando proyectos con mayor generación de valor.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reducirá la actividad de su división de exploración y producción (PEP) en el último trimestre de 2024, buscando un ahorro de 26.8 mil millones de pesos, según un documento interno firmado por Néstor Martínez, director de PEP.
Esta medida, esta enfocada en optimizar recursos hacia el cierre del año, implicará la postergación de varios proyectos y la adquisición de estudios sísmicos, que se retrasarán hasta 2025.
El ajuste presupuestario se da en el contexto de los esfuerzos del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre, para mantener la producción de crudo en un promedio de 1.8 millones de barriles por día (bpd) durante su administración.
Actualmente, Pemex produce 1.5 millones de barriles por día, aunque este número se eleva a 1.8 millones si se incluyen los condensados, los cuales rondan los 265 mil barriles diarios al mes de agosto.
El documento de Pemex señala que las actividades de exploración y producción se ajustarán para priorizar los pozos con mayor “generación de valor”, mientras que otras operaciones, como el taponamiento de pozos, se reprogramarán.
Además, se espera que la reducción de actividades en el corto plazo afecte tanto la inversión en nuevas exploraciones como la adquisición de equipos y servicios.
Pemex enfrenta una deuda financiera de casi 100 mil millones de dólares, además de pasivos por 20 mil millones de dólares a proveedores, de acuerdo con las últimas cifras reportadas antes de la conclusión de la administración anterior. A pesar de haber realizado importantes pagos a lo largo del año, la petrolera continúa implementando medidas de austeridad para aliviar su carga financiera.
Este ajuste presupuestario es parte de un esfuerzo más amplio para equilibrar las finanzas de Pemex, mientras el gobierno busca asegurar su estabilidad financiera sin comprometer la producción de crudo a largo plazo.