Moody’s advierte que la reciente recategorización de Pemex y CFE como empresas públicas podría afectar su desempeño financiero y frenar inversiones en energías renovables en México.
Moody’s Ratings alertó sobre los posibles efectos negativos para el desempeño financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tras su recategorización como “empresas públicas” mediante la reciente reforma constitucional.
La reforma, que modifica los artículos 25, 27 y 28, da prioridad a la seguridad del suministro energético en vez de la rentabilidad financiera, lo cual, según Moody’s, puede derivar en la reducción de controles y un aumento del apoyo financiero estatal.
La calificadora advierte que este cambio puede intensificar la dependencia financiera de Pemex, cuyo costo para el gobierno promedia unos 9 mil millones de dólares anuales desde 2019. Moody’s proyecta que las necesidades de efectivo de Pemex se duplicarán para 2026, alcanzando 19 mil millones de dólares. En contraste, la CFE no requeriría ayuda financiera adicional, pero dependerá de transferencias gubernamentales para compensar los subsidios tarifarios.
Moody’s también subraya la incertidumbre en torno a cómo se garantizará la participación estatal del 54% en la generación eléctrica, ya que no se han detallado los métodos de medición en la red de suministro. Esta falta de claridad, que se espera abordar en las leyes secundarias de la reforma, impactará negativamente en las inversiones privadas en energías renovables, obstaculizando los objetivos de la presidenta Sheinbaum de alcanzar un 45% de generación limpia para 2030.