La deuda de Pemex con proveedores alcanza 402 mil millones de pesos, mientras su producción de petróleo sigue cayendo, generando desafíos económicos y sociales en regiones clave.
Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una deuda de 402 mil millones de pesos con proveedores y contratistas a corto plazo, un aumento drástico frente a los 125 mil millones registrados en 2019, según Jesús Carrillo, director de economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En entrevista con Carmen Aristegui, Carrillo destacó que la falta de precisión en la contabilización de la deuda agrava el problema, ya que algunos proveedores no facturan inmediatamente.
El impacto económico es severo en estados como Tabasco y Campeche, cuya economía depende en gran parte de la actividad de Pemex. “Estos proveedores dependen de Pemex como su único cliente, y si no se les paga, la actividad económica en esas regiones se ve seriamente afectada”, señaló.
Por otro lado, Pemex también enfrenta un desafío operacional significativo. En noviembre de 2024, su producción de hidrocarburos líquidos cayó a 1.67 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde 2020 y muy por debajo de las metas gubernamentales. Mientras el objetivo inicial del gobierno de López Obrador era alcanzar los 2.4 millones de barriles diarios, la administración de Claudia Sheinbaum ha ajustado esa meta a 1.8 millones, incluyendo condensados, lo que reduce el aumento real en la producción de crudo.
Carrillo también destacó que la calidad del crudo mexicano, ácido y viscoso, genera pérdidas económicas desde el proceso de refinación. “Pemex Transformación Industrial tiene pérdidas brutas; en cuanto empieza a producir ya está perdiendo dinero”, afirmó.
Con una estrategia de refinación deficitaria y una deuda creciente, el panorama para Pemex luce complicado, con efectos colaterales en la economía local y la estabilidad energética del país.
La deuda de Pemex con proveedores alcanza 402 mil millones de pesos, mientras su producción de petróleo sigue cayendo, generando desafíos económicos y sociales en regiones clave.
Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una deuda de 402 mil millones de pesos con proveedores y contratistas a corto plazo, un aumento drástico frente a los 125 mil millones registrados en 2019, según Jesús Carrillo, director de economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En entrevista con Carmen Aristegui, Carrillo destacó que la falta de precisión en la contabilización de la deuda agrava el problema, ya que algunos proveedores no facturan inmediatamente.
El impacto económico es severo en estados como Tabasco y Campeche, cuya economía depende en gran parte de la actividad de Pemex. “Estos proveedores dependen de Pemex como su único cliente, y si no se les paga, la actividad económica en esas regiones se ve seriamente afectada”, señaló.
Por otro lado, Pemex también enfrenta un desafío operacional significativo. En noviembre de 2024, su producción de hidrocarburos líquidos cayó a 1.67 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde 2020 y muy por debajo de las metas gubernamentales. Mientras el objetivo inicial del gobierno de López Obrador era alcanzar los 2.4 millones de barriles diarios, la administración de Claudia Sheinbaum ha ajustado esa meta a 1.8 millones, incluyendo condensados, lo que reduce el aumento real en la producción de crudo.
Carrillo también destacó que la calidad del crudo mexicano, ácido y viscoso, genera pérdidas económicas desde el proceso de refinación. “Pemex Transformación Industrial tiene pérdidas brutas; en cuanto empieza a producir ya está perdiendo dinero”, afirmó.
Con una estrategia de refinación deficitaria y una deuda creciente, el panorama para Pemex luce complicado, con efectos colaterales en la economía local y la estabilidad energética del país.