Ucrania pondrá fin al tránsito de gas ruso en 2025, buscando debilitar los ingresos bélicos de Rusia y acelerar la independencia energética europea.
Ucrania ha decidido suspender el tránsito de gas ruso a través de su territorio a partir del 1 de enero de 2025, una medida histórica anunciada por el primer ministro Denís Shmigal. Este movimiento es un esfuerzo estratégico para reducir los ingresos energéticos de Rusia, utilizados para financiar su capacidad bélica, y marca un corte definitivo en las relaciones energéticas entre ambos países.
Aunque Ucrania no importa gas ruso desde 2015, ha facilitado su tránsito hacia Europa. La decisión, respaldada por el presidente Volodímir Zelenski, busca evitar que Rusia continúe beneficiándose económicamente de su infraestructura energética. Sin embargo, esta medida impactará en los ingresos de Ucrania, que perderá cerca de 960 millones de euros anuales por concepto de tránsito, mientras que Rusia dejará de recibir aproximadamente 6.000 millones de euros.
La decisión ha generado críticas en países europeos como Eslovaquia y Hungría, que aún dependen del gas ruso. Empresas de estos países han advertido a la Comisión Europea que el cese del tránsito podría incrementar los costos para los consumidores y dificultar el suministro energético. Sin embargo, expertos ucranianos argumentan que estas naciones tienen alternativas energéticas viables y que las dificultades derivan de la agresión rusa.
Además del gas, Ucrania podría considerar detener el tránsito de petróleo ruso hacia Europa, una medida que también busca debilitar los ingresos energéticos de Rusia, que representan una gran parte de su comercio exterior. El gobierno ucraniano trabaja con la Comisión Europea para imponer sanciones más estrictas sobre la energía rusa y reducir el impacto de las exportaciones de petróleo y gas en la capacidad bélica del Kremlin.
Ucrania pondrá fin al tránsito de gas ruso en 2025, buscando debilitar los ingresos bélicos de Rusia y acelerar la independencia energética europea.
Ucrania ha decidido suspender el tránsito de gas ruso a través de su territorio a partir del 1 de enero de 2025, una medida histórica anunciada por el primer ministro Denís Shmigal. Este movimiento es un esfuerzo estratégico para reducir los ingresos energéticos de Rusia, utilizados para financiar su capacidad bélica, y marca un corte definitivo en las relaciones energéticas entre ambos países.
Aunque Ucrania no importa gas ruso desde 2015, ha facilitado su tránsito hacia Europa. La decisión, respaldada por el presidente Volodímir Zelenski, busca evitar que Rusia continúe beneficiándose económicamente de su infraestructura energética. Sin embargo, esta medida impactará en los ingresos de Ucrania, que perderá cerca de 960 millones de euros anuales por concepto de tránsito, mientras que Rusia dejará de recibir aproximadamente 6.000 millones de euros.
La decisión ha generado críticas en países europeos como Eslovaquia y Hungría, que aún dependen del gas ruso. Empresas de estos países han advertido a la Comisión Europea que el cese del tránsito podría incrementar los costos para los consumidores y dificultar el suministro energético. Sin embargo, expertos ucranianos argumentan que estas naciones tienen alternativas energéticas viables y que las dificultades derivan de la agresión rusa.
Además del gas, Ucrania podría considerar detener el tránsito de petróleo ruso hacia Europa, una medida que también busca debilitar los ingresos energéticos de Rusia, que representan una gran parte de su comercio exterior. El gobierno ucraniano trabaja con la Comisión Europea para imponer sanciones más estrictas sobre la energía rusa y reducir el impacto de las exportaciones de petróleo y gas en la capacidad bélica del Kremlin.