La deuda de Pemex afecta a proveedores, contratistas y empleados, con impactos críticos en Tabasco y Campeche, destacando un problema estructural en la empresa estatal.
La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores sigue siendo un problema crítico para la empresa estatal. Aunque el portal oficial de Pemex reporta una deuda de 120 mil millones de pesos, el Clúster de Energía estima que la cifra real asciende a 400 mil millones de pesos. Este desbalance financiero ha desencadenado una serie de recortes laborales y ha afectado a empresas contratistas y subcontratistas.
Un documento firmado por Jorge Tolentino García de Periodistas Digitales indica que Pemex recortó 698 plazas laborales en sus subsidiarias Exploración y Producción (PEP), Logística (PLOG) y Corporativo. Además, las empresas proveedoras han despedido a más de 10 mil empleados, de los cuales 5 mil se ubican en Tabasco, uno de los estados más afectados junto con Campeche.
Según la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESCAP), las 45 empresas afiliadas a la asociación no han recibido pagos de Pemex, acumulando una deuda superior a 75 mil millones de pesos. Este panorama pone en riesgo la sostenibilidad de empresas y empleos relacionados con el sector petrolero.
El impacto regional es significativo. Un oficio fechado el 6 de diciembre de 2024, firmado por Víctor Hugo Hoyos Mendoza, subgerente Regional de Integración y Desarrollo Humano Sureste, detalla que la deuda afecta principalmente a Tabasco y Campeche. La falta de pago a contratistas y el recorte de plazas laborales son síntomas de una crisis que, a pesar de su prolongación por más de una década, sigue agravándose.