Venezuela podría enfrentar una caída del 30% en su producción petrolera si Estados Unidos, bajo Trump, endurece sanciones y suspende licencias a empresas extranjeras.
La producción petrolera de Venezuela, que creció un 17.6% en 2024, podría sufrir una caída significativa si la administración de Donald Trump endurece sanciones y suspende licencias a empresas extranjeras como Chevron y Repsol.
Según el economista Luis Oliveros, la producción podría retroceder entre un 25% y un 30%, cayendo a 644 mil 700 barriles diarios, el nivel más bajo en 29 meses.
Desde 2023, la flexibilización de sanciones por parte de Estados Unidos permitió a empresas extranjeras operar en Venezuela, aumentando la producción de 693 mil a 998 mil bpd en diciembre de 2024. Sin embargo, Trump ha declarado que su país no necesita petróleo venezolano y planea dejar de comprarlo, lo que pone en riesgo los avances logrados.
La pérdida de operaciones extranjeras no solo afectaría la producción, sino también los ingresos en divisas del país, aumentando la volatilidad cambiaria e impulsando la inflación. Además, se perderían empleos generados por estas compañías, exacerbando la crisis económica.
Por otro lado, Maduro asegura que Venezuela está preparada para enfrentar nuevas sanciones y estima alcanzar una producción de 1.5 millones de barriles diarios con “esfuerzo propio”. Sin embargo, la dependencia de Venezuela en las divisas del petróleo, que son esenciales para controlar el precio del dólar en el mercado local, plantea desafíos significativos si las restricciones se endurecen.
Las declaraciones de Trump, junto con las acciones previstas por su administración, reflejan un intento renovado de presionar al gobierno de Nicolás Maduro y forzar un cambio político en el país sudamericano, lo que podría impactar gravemente su economía petrolera.
Venezuela podría enfrentar una caída del 30% en su producción petrolera si Estados Unidos, bajo Trump, endurece sanciones y suspende licencias a empresas extranjeras.
La producción petrolera de Venezuela, que creció un 17.6% en 2024, podría sufrir una caída significativa si la administración de Donald Trump endurece sanciones y suspende licencias a empresas extranjeras como Chevron y Repsol.
Según el economista Luis Oliveros, la producción podría retroceder entre un 25% y un 30%, cayendo a 644 mil 700 barriles diarios, el nivel más bajo en 29 meses.
Desde 2023, la flexibilización de sanciones por parte de Estados Unidos permitió a empresas extranjeras operar en Venezuela, aumentando la producción de 693 mil a 998 mil bpd en diciembre de 2024. Sin embargo, Trump ha declarado que su país no necesita petróleo venezolano y planea dejar de comprarlo, lo que pone en riesgo los avances logrados.
La pérdida de operaciones extranjeras no solo afectaría la producción, sino también los ingresos en divisas del país, aumentando la volatilidad cambiaria e impulsando la inflación. Además, se perderían empleos generados por estas compañías, exacerbando la crisis económica.
Por otro lado, Maduro asegura que Venezuela está preparada para enfrentar nuevas sanciones y estima alcanzar una producción de 1.5 millones de barriles diarios con “esfuerzo propio”. Sin embargo, la dependencia de Venezuela en las divisas del petróleo, que son esenciales para controlar el precio del dólar en el mercado local, plantea desafíos significativos si las restricciones se endurecen.
Las declaraciones de Trump, junto con las acciones previstas por su administración, reflejan un intento renovado de presionar al gobierno de Nicolás Maduro y forzar un cambio político en el país sudamericano, lo que podría impactar gravemente su economía petrolera.