Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.
Una disputa entre proveedores de Pemex generó problemas en el crudo con exceso de agua y sal, afectando exportaciones y refinación. Un contrato de 11 mil millones de pesos está en el centro del conflicto.
El problema de exceso de agua y sal en el crudo de Pemex se originó tras la asignación de un contrato de 11 mil millones de pesos a QMAX, una empresa recién salida de la bancarrota y sin experiencia en procesos petroleros.
El conflicto surge de una disputa entre Química Apollo y QMAX, quienes junto con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) conforman el consorcio encargado de suministrar químicos para la desalinización y deshidratación del crudo. Sin embargo, un litigio entre ambas empresas bloqueó la entrega de insumos clave.
Pemex, bajo la dirección de Víctor Rodríguez, intervino y designó a QMAX como líder del consorcio, pese a que la empresa carece de la capacidad técnica y enfrenta dudas sobre su estabilidad financiera.
La falta de insumos ha afectado la calidad del crudo, con niveles de agua seis veces superiores al límite permitido, provocando penalizaciones de refinerías en Estados Unidos y Canadá. La Terminal Marítima de Dos Bocas, que abastece al sistema de refinación nacional y las exportaciones, ha sido la más afectada.
La disputa ha derivado en demandas civiles y amparos, con resoluciones contradictorias entre los juzgados, mientras que Pemex sigue pagando a QMAX, a pesar de los problemas en la calidad del crudo.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el problema el 4 de febrero, y Pemex asegura que ya trabaja en su solución. Sin embargo, las tensiones entre proveedores y la incertidumbre sobre el manejo del contrato plantean dudas sobre la transparencia en la asignación de recursos.