Las leyes secundarias de Pemex generan dudas sobre incentivos para inversión y su impacto en la producción y finanzas de la empresa, según Moody’s y expertos del sector.
Las recientes leyes secundarias de Pemex han generado incertidumbre en los mercados y analistas financieros, quienes cuestionan si estos cambios lograrán atraer inversiones, aumentar la producción y mejorar el perfil crediticio de la empresa estatal.
Roxana Muñoz, analista de Moody’s, señaló que aún no hay claridad sobre cómo impactarán estas leyes en la solvencia de Pemex ni en la confianza de inversionistas. Además, expresó preocupaciones sobre la presentación de información financiera tras la eliminación de las subsidiarias.
Según Muñoz, Pemex necesitará una inyección de 17,000 millones de dólares del gobierno para 2026, lo que seguirá afectando las finanzas públicas del país. La calificadora mantiene una perspectiva negativa sobre México, donde la crisis financiera de Pemex es uno de los factores clave.
Alejandra Macías, del CIEP, advirtió que la renta petrolera seguirá disminuyendo, y que el reto de la reforma es hacer que Pemex sea productivo y rentable, sin comprometer la autosuficiencia energética.
Desde 2019, Pemex ha recibido más de 2.8 billones de pesos en apoyos gubernamentales, incluyendo 1.2 billones en aportes directos y un billón en beneficios fiscales, señaló Alejandro Chanona, consultor de NRGI. Sin embargo, destacó que esta estrategia ha sido un parche sobre otro, sin un cronograma claro ni indicadores de desempeño en la nueva legislación.
Expertos coinciden en que las leyes secundarias deben establecer objetivos claros y mecanismos de medición, pues de lo contrario, Pemex seguirá dependiendo de subsidios sin generar beneficios sostenibles para la economía.
Las leyes secundarias de Pemex generan dudas sobre incentivos para inversión y su impacto en la producción y finanzas de la empresa, según Moody’s y expertos del sector.
Las recientes leyes secundarias de Pemex han generado incertidumbre en los mercados y analistas financieros, quienes cuestionan si estos cambios lograrán atraer inversiones, aumentar la producción y mejorar el perfil crediticio de la empresa estatal.
Roxana Muñoz, analista de Moody’s, señaló que aún no hay claridad sobre cómo impactarán estas leyes en la solvencia de Pemex ni en la confianza de inversionistas. Además, expresó preocupaciones sobre la presentación de información financiera tras la eliminación de las subsidiarias.
Según Muñoz, Pemex necesitará una inyección de 17,000 millones de dólares del gobierno para 2026, lo que seguirá afectando las finanzas públicas del país. La calificadora mantiene una perspectiva negativa sobre México, donde la crisis financiera de Pemex es uno de los factores clave.
Alejandra Macías, del CIEP, advirtió que la renta petrolera seguirá disminuyendo, y que el reto de la reforma es hacer que Pemex sea productivo y rentable, sin comprometer la autosuficiencia energética.
Desde 2019, Pemex ha recibido más de 2.8 billones de pesos en apoyos gubernamentales, incluyendo 1.2 billones en aportes directos y un billón en beneficios fiscales, señaló Alejandro Chanona, consultor de NRGI. Sin embargo, destacó que esta estrategia ha sido un parche sobre otro, sin un cronograma claro ni indicadores de desempeño en la nueva legislación.
Expertos coinciden en que las leyes secundarias deben establecer objetivos claros y mecanismos de medición, pues de lo contrario, Pemex seguirá dependiendo de subsidios sin generar beneficios sostenibles para la economía.