Desde el mes de septiembre los retrasos en los pagos a proveedores de Pemex comenzaron a agudizarse.
La deuda que Petróleos Mexicanos (Pemex) mantiene con proveedores y contratista y que asciende a un poco más de 96 mil millones de pesos hasta octubre de este año, está generando una situación crítica para la operatividad de la empresa petrolera de México.
La forma en que el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, está manejando los pagos, está llevando a varias compañías a amenazar con detener proyectos estratégicos si no reciben sus pagos en este mes.
Raymundo Contreras Zamarripa, tesorero del Frente de Petroleros Liberales de México, expresó al diario “Campeche Hoy” su preocupación por la situación y explicó que la empresa productiva del estado solía realizar pagos a tiempo hasta agosto, manteniendo el desarrollo de los proyectos asignados.
Sin embargo, a partir de septiembre, la situación ha empeorado significativamente, mientras la deuda acumulada amenaza con paralizar la economía del municipio de Carmen, que depende en gran medida de la extracción y producción de crudo.
La empresa productiva del estado publica los adeudos actualizados al mes anterior a más tardar los días 5 del mes en curso, sin embargo, el retraso en la publicación de los datos hace sospechar que los pagos están aún más retrasados de lo que se tiene previsto.
Entre los proveedores afectados se encuentran empresas como Doweell Schlumberger de México, a la que la petrolera nacional le adeuda aproximadamente 6 mil 900 millones de pesos; Halliburton de México, con una deuda de 6 mil 800 millones de pesos; Baker Hughes de México, con 3 mil 320 millones de pesos; Arrendadora de equipo y maquinaria, con 2 mil 500 millones de pesos; Cotemar, con 2 mil 181 millones de pesos; y Microsoft México, con 147 millones de pesos, entre otros.
Contreras Zamarripa señaló en la entrevista que la crisis en la industria petrolera es inminente debido a la falta de pago y al “jineteo” de los recursos de los proveedores por parte de Pemex. Esta situación está afectando no solo a las grandes compañías, sino también a las medianas y pequeñas empresas que prestan servicios de suministro, herramientas, hotelería y alimentación, entre otros.
La situación ha llevado a un colapso económico en el municipio de Carmen, y las empresas contratistas se enfrentan a la necesidad urgente de recursos para mantener sus operaciones. La amenaza de detener proyectos estratégicos representa un riesgo significativo para la industria petrolera y destaca la necesidad de abordar de manera efectiva la deuda y los problemas financieros en Pemex para garantizar la estabilidad y la continuidad de sus operaciones.
Vale la pena resaltar que la producción de petróleo de Pemex se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 44 años, de acuerdo con los últimos datos publicados por la misma empresa, mientras que la producción de combustibles alcanzó en octubre su nivel más bajo desde la pandemia de COVI-19 en 2020.