Rusia recorta voluntariamente producción petrolera, no exportaciones, ante sanciones y problemas en refinerías, coordinándose con OPEP+ para ajustar oferta.
Rusia anunció el domingo la decisión de implementar nuevos recortes voluntarios en su oferta de petróleo, optando principalmente por reducir la producción en lugar de las exportaciones.
Este movimiento se produce en respuesta a la disminución de la capacidad de refinado del país y al incremento de las sanciones internacionales, según indican los analistas.
Concretamente, Rusia se compromete a recortar su producción y exportaciones de petróleo en 471 mil barriles diarios adicionales entre abril y junio, en un esfuerzo coordinado con algunos miembros de la OPEP+. Este anuncio sigue a una reducción previa de 500 mil barriles diarios en las exportaciones de crudo y productos petroleros durante el primer trimestre del año.
La estrategia de Rusia se ve influida por varios factores, incluyendo interrupciones y ataques de drones a sus principales refinerías de petróleo, como las instalaciones de Tuapse, Volgogrado, NORSI, y el complejo de Novatek en Ust-Luga, lo que ha resultado en una producción reducida. Los trabajos de mantenimiento programados para las refinerías, especialmente durante la primavera y el otoño boreal, se espera que exacerben la situación, llevando a una mayor cantidad de petróleo en el mercado y potencialmente a un aumento en las exportaciones de crudo debido a la disminución de la producción de combustible.
La capacidad limitada de almacenamiento de crudo en Rusia complica la regulación de las exportaciones, lo que podría explicar la preferencia por recortar la producción sobre las exportaciones. El viceprimer ministro Alexander Novak anunció un plan para suavizar gradualmente los recortes en las exportaciones, con una disminución programada de la producción y exportaciones en los próximos meses. Por otro lado, analistas como Viktor Kurilov de Rystad Energy sugieren que los socios de Oriente Medio en la OPEP+ podrían solicitar a Rusia una mayor contribución a los recortes de producción.
La revisión al alza de las exportaciones de petróleo de Rusia el mes pasado, debido a una mayor disponibilidad de crudo y la disminución de la capacidad de refino, resalta la complejidad de la situación. La volatilidad en las exportaciones de petróleo y productos petroleros rusos sugiere que imponer restricciones estrictas a las exportaciones puede no ser efectivo bajo las circunstancias actuales.
Además, las amplias sanciones occidentales contra el comercio de petróleo ruso, junto con las sanciones específicas de Estados Unidos contra Sovcomflot, el principal grupo de petroleros de Moscú, han complicado aún más las exportaciones rusas de petróleo, señalando un panorama desafiante para la nación en el mercado global de energía.
Rusia recorta voluntariamente producción petrolera, no exportaciones, ante sanciones y problemas en refinerías, coordinándose con OPEP+ para ajustar oferta.
Rusia anunció el domingo la decisión de implementar nuevos recortes voluntarios en su oferta de petróleo, optando principalmente por reducir la producción en lugar de las exportaciones.
Este movimiento se produce en respuesta a la disminución de la capacidad de refinado del país y al incremento de las sanciones internacionales, según indican los analistas.
Concretamente, Rusia se compromete a recortar su producción y exportaciones de petróleo en 471 mil barriles diarios adicionales entre abril y junio, en un esfuerzo coordinado con algunos miembros de la OPEP+. Este anuncio sigue a una reducción previa de 500 mil barriles diarios en las exportaciones de crudo y productos petroleros durante el primer trimestre del año.
La estrategia de Rusia se ve influida por varios factores, incluyendo interrupciones y ataques de drones a sus principales refinerías de petróleo, como las instalaciones de Tuapse, Volgogrado, NORSI, y el complejo de Novatek en Ust-Luga, lo que ha resultado en una producción reducida. Los trabajos de mantenimiento programados para las refinerías, especialmente durante la primavera y el otoño boreal, se espera que exacerben la situación, llevando a una mayor cantidad de petróleo en el mercado y potencialmente a un aumento en las exportaciones de crudo debido a la disminución de la producción de combustible.
La capacidad limitada de almacenamiento de crudo en Rusia complica la regulación de las exportaciones, lo que podría explicar la preferencia por recortar la producción sobre las exportaciones. El viceprimer ministro Alexander Novak anunció un plan para suavizar gradualmente los recortes en las exportaciones, con una disminución programada de la producción y exportaciones en los próximos meses. Por otro lado, analistas como Viktor Kurilov de Rystad Energy sugieren que los socios de Oriente Medio en la OPEP+ podrían solicitar a Rusia una mayor contribución a los recortes de producción.
La revisión al alza de las exportaciones de petróleo de Rusia el mes pasado, debido a una mayor disponibilidad de crudo y la disminución de la capacidad de refino, resalta la complejidad de la situación. La volatilidad en las exportaciones de petróleo y productos petroleros rusos sugiere que imponer restricciones estrictas a las exportaciones puede no ser efectivo bajo las circunstancias actuales.
Además, las amplias sanciones occidentales contra el comercio de petróleo ruso, junto con las sanciones específicas de Estados Unidos contra Sovcomflot, el principal grupo de petroleros de Moscú, han complicado aún más las exportaciones rusas de petróleo, señalando un panorama desafiante para la nación en el mercado global de energía.