Pemex sigue enfrentando dificultades a pesar de los 123 mil 200 millones de pesos en apoyos fiscales. Su producción es la más baja en 24 años, y la deuda persiste.
El gobierno federal ha continuado ofreciendo importantes apoyos fiscales a Petróleos Mexicanos (Pemex), pero estos no parecen haber revertido la situación crítica de la petrolera, que sigue siendo una de las más endeudadas del mundo.
De acuerdo con un análisis de México Evalúa, en el primer trimestre de este año, la petrolera nacional recibió apoyos fiscales por un total de 123 mil 200 millones de pesos, a través de transferencias directas y reducciones o condonaciones de impuestos.
A inicios de este año, y por primera vez en su historia, Pemex dejó de aportar recursos a las finanzas públicas, y recibió más dinero del Estado, lo que arrojó una pérdida de 44.1 mil millones de pesos para el país, de acuerdo con la investigación.
Al primer trimestre de 2024, los ingresos que aportó la petrolera nacional a la Secretaría de Hacienda sumaron 33 mil millones de pesos, pero el Gobierno le devolvió 77 mil millones vía transferencias, por lo que el Estado terminó con pérdida de 44.1 mil millones de pesos, superior al presupuesto de la Secretaría de Salud o Seguridad en el mismo periodo, destaca la asociación civil.
A pesar de estos apoyos, la producción de Pemex no muestra signos de recuperación. Al inicio de 2024, la producción de crudo alcanzó su nivel más bajo en 24 años, con apenas 1,542 miles de barriles diarios, un 6.7% menos que el año anterior. Estos apoyos fiscales representan una significativa oportunidad perdida, pues podrían haberse destinado a sectores como salud, educación, o ciencia y tecnología.
Rogelio Ramírez de la O, el secretario de Hacienda, reconoció que la reestructuración de Pemex es un proceso largo y complejo que podría extenderse más allá del actual sexenio. Desde el inicio de su administración, el presidente López Obrador ha intentado mejorar la situación financiera de la petrolera, pero el tamaño y la deuda de Pemex complican estos esfuerzos.
Para este año, la Secretaría de Hacienda ha reservado una línea presupuestal de 145 mil millones de pesos para Pemex, indicando un enfoque renovado y más directo en el refinanciamiento de la empresa. Ramírez de la O expresó que esta fase de reestructuración es parte de una agenda más amplia que tomará forma en los próximos años, dado que la deuda de la empresa es considerable.
Hasta el primer tercio del año, la deuda de Pemex se situó en 101,499 millones de dólares, mostrando la magnitud del desafío financiero. Los esfuerzos por reestructurar y refinanciar la empresa son críticos, no solo para su supervivencia sino también para la economía nacional, dado el peso de Pemex en la industria energética del país.
Este panorama refleja la urgencia de encontrar soluciones sostenibles que permitan a Pemex recuperarse y contribuir efectivamente a la economía sin continuar drenando recursos públicos que podrían beneficiar a otros sectores vitales para el desarrollo y bienestar de México.
Pemex sigue enfrentando dificultades a pesar de los 123 mil 200 millones de pesos en apoyos fiscales. Su producción es la más baja en 24 años, y la deuda persiste.
El gobierno federal ha continuado ofreciendo importantes apoyos fiscales a Petróleos Mexicanos (Pemex), pero estos no parecen haber revertido la situación crítica de la petrolera, que sigue siendo una de las más endeudadas del mundo.
De acuerdo con un análisis de México Evalúa, en el primer trimestre de este año, la petrolera nacional recibió apoyos fiscales por un total de 123 mil 200 millones de pesos, a través de transferencias directas y reducciones o condonaciones de impuestos.
A inicios de este año, y por primera vez en su historia, Pemex dejó de aportar recursos a las finanzas públicas, y recibió más dinero del Estado, lo que arrojó una pérdida de 44.1 mil millones de pesos para el país, de acuerdo con la investigación.
Al primer trimestre de 2024, los ingresos que aportó la petrolera nacional a la Secretaría de Hacienda sumaron 33 mil millones de pesos, pero el Gobierno le devolvió 77 mil millones vía transferencias, por lo que el Estado terminó con pérdida de 44.1 mil millones de pesos, superior al presupuesto de la Secretaría de Salud o Seguridad en el mismo periodo, destaca la asociación civil.
A pesar de estos apoyos, la producción de Pemex no muestra signos de recuperación. Al inicio de 2024, la producción de crudo alcanzó su nivel más bajo en 24 años, con apenas 1,542 miles de barriles diarios, un 6.7% menos que el año anterior. Estos apoyos fiscales representan una significativa oportunidad perdida, pues podrían haberse destinado a sectores como salud, educación, o ciencia y tecnología.
Rogelio Ramírez de la O, el secretario de Hacienda, reconoció que la reestructuración de Pemex es un proceso largo y complejo que podría extenderse más allá del actual sexenio. Desde el inicio de su administración, el presidente López Obrador ha intentado mejorar la situación financiera de la petrolera, pero el tamaño y la deuda de Pemex complican estos esfuerzos.
Para este año, la Secretaría de Hacienda ha reservado una línea presupuestal de 145 mil millones de pesos para Pemex, indicando un enfoque renovado y más directo en el refinanciamiento de la empresa. Ramírez de la O expresó que esta fase de reestructuración es parte de una agenda más amplia que tomará forma en los próximos años, dado que la deuda de la empresa es considerable.
Hasta el primer tercio del año, la deuda de Pemex se situó en 101,499 millones de dólares, mostrando la magnitud del desafío financiero. Los esfuerzos por reestructurar y refinanciar la empresa son críticos, no solo para su supervivencia sino también para la economía nacional, dado el peso de Pemex en la industria energética del país.
Este panorama refleja la urgencia de encontrar soluciones sostenibles que permitan a Pemex recuperarse y contribuir efectivamente a la economía sin continuar drenando recursos públicos que podrían beneficiar a otros sectores vitales para el desarrollo y bienestar de México.