En la COP29, Venezuela y la OPEP discutieron reducir emisiones petroleras, mientras Greenpeace propone un impuesto global para financiar pérdidas y daños climáticos.
El ministro de Ecosocialismo de Venezuela, Josué Lorca, y el secretario general de la OPEP, Haitham Al-Ghais, se reunieron durante la cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, para discutir estrategias que impulsen la reducción de emisiones en el sector petrolero.
En el encuentro, también abordaron la importancia de alcanzar metas de financiamiento que permitan a los países en desarrollo enfrentar los desafíos climáticos, aunque no se ofrecieron detalles concretos sobre las propuestas discutidas.
Simultáneamente, la organización Greenpeace presentó en el marco de la COP29 una propuesta para implementar un impuesto global a las grandes empresas de petróleo y gas.
Este impuesto tendría como objetivo financiar los costos de los desastres climáticos a través del fondo de pérdidas y daños de la ONU, beneficiando principalmente a las comunidades más afectadas y menos responsables de la crisis climática.
La propuesta inicial establece un impuesto de 5 dólares por tonelada de CO2 emitida, que incrementaría gradualmente. Según cálculos de Greenpeace y Stamp Out Poverty, la implementación de esta medida en los países de la OCDE podría generar ingresos de hasta 900 mil millones de dólares para 2030. Estos fondos serían destinados a proyectos de mitigación y adaptación climática en países vulnerables.
El director de Stamp Out Poverty, David Hillman, destacó que las gigantes del petróleo y gas obtienen grandes beneficios a costa de los recursos del planeta, mientras que las poblaciones más vulnerables sufren las consecuencias de sus operaciones. La medida busca generar un cambio de paradigma en el financiamiento climático, haciendo que las empresas más contaminantes contribuyan directamente a paliar los efectos de la crisis climática.
COP29 se perfila como un foro clave para negociar mecanismos de financiación y compromisos hacia una transición energética más justa.
En la COP29, Venezuela y la OPEP discutieron reducir emisiones petroleras, mientras Greenpeace propone un impuesto global para financiar pérdidas y daños climáticos.
El ministro de Ecosocialismo de Venezuela, Josué Lorca, y el secretario general de la OPEP, Haitham Al-Ghais, se reunieron durante la cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, para discutir estrategias que impulsen la reducción de emisiones en el sector petrolero.
En el encuentro, también abordaron la importancia de alcanzar metas de financiamiento que permitan a los países en desarrollo enfrentar los desafíos climáticos, aunque no se ofrecieron detalles concretos sobre las propuestas discutidas.
Simultáneamente, la organización Greenpeace presentó en el marco de la COP29 una propuesta para implementar un impuesto global a las grandes empresas de petróleo y gas.
Este impuesto tendría como objetivo financiar los costos de los desastres climáticos a través del fondo de pérdidas y daños de la ONU, beneficiando principalmente a las comunidades más afectadas y menos responsables de la crisis climática.
La propuesta inicial establece un impuesto de 5 dólares por tonelada de CO2 emitida, que incrementaría gradualmente. Según cálculos de Greenpeace y Stamp Out Poverty, la implementación de esta medida en los países de la OCDE podría generar ingresos de hasta 900 mil millones de dólares para 2030. Estos fondos serían destinados a proyectos de mitigación y adaptación climática en países vulnerables.
El director de Stamp Out Poverty, David Hillman, destacó que las gigantes del petróleo y gas obtienen grandes beneficios a costa de los recursos del planeta, mientras que las poblaciones más vulnerables sufren las consecuencias de sus operaciones. La medida busca generar un cambio de paradigma en el financiamiento climático, haciendo que las empresas más contaminantes contribuyan directamente a paliar los efectos de la crisis climática.
COP29 se perfila como un foro clave para negociar mecanismos de financiación y compromisos hacia una transición energética más justa.