Las leyes energéticas permiten inversión privada, pero la falta de claridad genera incertidumbre sobre esquemas de participación, riesgos financieros y viabilidad para Pemex y CFE.
El paquete de leyes secundarias en materia energética presentado por el Gobierno Federal abre la participación del sector privado en electricidad y petróleo, pero expertos advierten incertidumbre en sus esquemas de inversión y riesgos financieros.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que los esquemas parecen basarse en contratos de servicios, lo que no ayudaría a mejorar la situación financiera de Pemex. Ramsés Pech, de Grupo Caravia, advirtió que la falta de claridad en los contratos podría desincentivar la inversión privada por el riesgo de impagos de Pemex. Explicó que los contratos tipo obra pública financiada implican que la empresa privada pone el dinero y recibe pagos tras la venta del crudo, pero en caso de incumplimientos, los inversionistas asumirían pérdidas.
En electricidad, el modelo mantiene el despacho económico y la inversión privada, lo cual es positivo. Sin embargo, la reintegración de la CFE genera dudas, ya que sus ingresos por transmisión podrían destinarse a subsidiar pérdidas en generación. Mientras que algunos empresarios mostrarón su preocupación por las inversiones mixtas, donde CFE será socio mayoritario.
Por otro lado, Jorge Cervantes, de Pérez-Llorca, destacó que la presentación de las leyes secundarias brinda claridad al sector, aunque aún existen dudas sobre su implementación.
Las leyes energéticas permiten inversión privada, pero la falta de claridad genera incertidumbre sobre esquemas de participación, riesgos financieros y viabilidad para Pemex y CFE.
El paquete de leyes secundarias en materia energética presentado por el Gobierno Federal abre la participación del sector privado en electricidad y petróleo, pero expertos advierten incertidumbre en sus esquemas de inversión y riesgos financieros.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que los esquemas parecen basarse en contratos de servicios, lo que no ayudaría a mejorar la situación financiera de Pemex. Ramsés Pech, de Grupo Caravia, advirtió que la falta de claridad en los contratos podría desincentivar la inversión privada por el riesgo de impagos de Pemex. Explicó que los contratos tipo obra pública financiada implican que la empresa privada pone el dinero y recibe pagos tras la venta del crudo, pero en caso de incumplimientos, los inversionistas asumirían pérdidas.
En electricidad, el modelo mantiene el despacho económico y la inversión privada, lo cual es positivo. Sin embargo, la reintegración de la CFE genera dudas, ya que sus ingresos por transmisión podrían destinarse a subsidiar pérdidas en generación. Mientras que algunos empresarios mostrarón su preocupación por las inversiones mixtas, donde CFE será socio mayoritario.
Por otro lado, Jorge Cervantes, de Pérez-Llorca, destacó que la presentación de las leyes secundarias brinda claridad al sector, aunque aún existen dudas sobre su implementación.