Fitch Ratings advierte que México dependerá aún más del gas natural de Estados Unidos, aumentando riesgos cambiarios y de suministro, pese al crecimiento en infraestructura de gasoductos.
Fitch Ratings destacó en un análisis reciente que México seguirá dependiendo del gas natural importado de Estados Unidos, debido a la creciente demanda energética, la limitada producción interna y la expansión de la infraestructura de gasoductos. Actualmente, más del 70% del gas natural que consume México proviene de Estados Unidos, suministrado a través de 19,000 km de ductos.
Si bien esta relación comercial ha garantizado un suministro estable y a precios competitivos, también expone a México a riesgos cambiarios, ya que los contratos se cotizan en dólares, y a interrupciones por fenómenos meteorológicos extremos, como la tormenta invernal en Texas de 2021.
Un incremento en los precios del gas afectaría a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que absorbería inicialmente el costo, y al gobierno, que subsidia a sectores vulnerables. También impactaría a las industrias y comercios, que enfrentarían tarifas eléctricas más altas.
Para atender la creciente demanda en la Península de Yucatán, CFE y TC Energy Corporation desarrollan el gasoducto Puerta al Sureste, un ducto de 715 km que conectará los sistemas Sur de Texas-Tuxpan y Mayakan. Se espera que inicie operaciones en 2025, mejorando la distribución de gas en la región.
Fitch Ratings advierte que México dependerá aún más del gas natural de Estados Unidos, aumentando riesgos cambiarios y de suministro, pese al crecimiento en infraestructura de gasoductos.
Fitch Ratings destacó en un análisis reciente que México seguirá dependiendo del gas natural importado de Estados Unidos, debido a la creciente demanda energética, la limitada producción interna y la expansión de la infraestructura de gasoductos. Actualmente, más del 70% del gas natural que consume México proviene de Estados Unidos, suministrado a través de 19,000 km de ductos.
Si bien esta relación comercial ha garantizado un suministro estable y a precios competitivos, también expone a México a riesgos cambiarios, ya que los contratos se cotizan en dólares, y a interrupciones por fenómenos meteorológicos extremos, como la tormenta invernal en Texas de 2021.
Un incremento en los precios del gas afectaría a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que absorbería inicialmente el costo, y al gobierno, que subsidia a sectores vulnerables. También impactaría a las industrias y comercios, que enfrentarían tarifas eléctricas más altas.
Para atender la creciente demanda en la Península de Yucatán, CFE y TC Energy Corporation desarrollan el gasoducto Puerta al Sureste, un ducto de 715 km que conectará los sistemas Sur de Texas-Tuxpan y Mayakan. Se espera que inicie operaciones en 2025, mejorando la distribución de gas en la región.