La Coparmex mencionó que los aranceles de Trump contradicen los principios del T-MEC y genera incertidumbre en los sectores productivos
Este 4 de marzo, la medida de aranceles del 25% a productos de México y Canadá anunciada por el presidente Trump, se convirtió en norma.
El presidente estadounidense dijo que esta medida se adopta por no haber llegado a un acuerdo con las otras dos naciones pertenecientes al T-MEC.
El mercado de valores estadounidense se hundió tras la confirmación de las medidas con las que Trump ha venido amenazando desde que tomó posesión como presidente en enero.
¿Cómo reaccionó México?
Por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum informó en su conferencia mañanera que el Gobierno de México responderá con medidas arancelarias y no arancelarias a la tarifa de 25% de Trump, pero estas serán dadas a conocer hasta el próximo 9 de marzo.
Sheinbaum convocó al pueblo de México a participar en una “asamblea informativa” el domingo 9 de marzo a las 12:00 horas en el Zócalo de la Ciudad de México, desde donde dará a conocer el plan de aranceles contra Estados Unidos.
“La decisión unilateralmente toma el Gobierno de Estados Unidos afecta a las empresas nacionales y extranjeras que operan en territorio nacional”, dijo.
Recordemos que en estas semanas de incertidumbre por el tema de los aranceles, empresas automotrices como General Motors y Nissan plantearon la posibilidad de mudar su producción de México a Estados Unidos para evitar ser afectados por las tarifas.
En ambos casos, el Gobierno de México aseguró que esa decisión no conviene financieramente a esas empresas.
La presidenta de México enfatizó que su plan de aranceles contra EU no busca iniciar “una confrontación económica” con su mayor socio comercial.
“Desafortunadamente, es lo opuesto a lo que deberíamos estar haciendo, que es integrar más nuestras economías”, añadió.
Empresas se alzan en contra de los aranceles
Por parte del sector empresarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) publicó un comunicado donde recalca que la decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses desde este 4 de marzo, junto con la aplicación de medidas recíprocas a productos agrícolas a partir del 2 de abril, representa un retroceso en la relación comercial entre ambos países y una acción que vulnera la competitividad de Norteamérica.
La Coparmex lamenta la determinación, ya que contradice los principios del T-MEC y genera incertidumbre en los sectores productivos.
La integración económica entre México, Estados Unidos y Canadá ha sido un factor clave para el desarrollo de las tres naciones, y la imposición de barreras arancelarias socava la estabilidad de las cadenas de suministro y afecta la inversión productiva.
El impacto de esta medida será significativo. Se estima que la aplicación de estos aranceles podría llevar a México a una recesión, mientras que el tipo de cambio podría superar los 22 pesos por dólar, incrementando costos para las empresas y afectando el poder adquisitivo de las familias. Además, esto generaría presiones inflacionarias en Estados Unidos, afectando principalmente a los consumidores.
El comunicado menciona que el gobierno mexicano ha realizado esfuerzos para mantener un diálogo constructivo con su contraparte estadounidense. La negociación de una pausa en la aplicación de aranceles, sujeta a la evaluación de las políticas de seguridad y migración, demostró la voluntad de encontrar soluciones mediante el entendimiento bilateral. Sin embargo, la imposición final de estas medidas evidencia una falta de compromiso con la cooperación y el respeto a los acuerdos comerciales por parte del gobierno de Estados Unidos.
A nivel político, la decisión impone presiones adicionales a México en materia de seguridad y migración, temas que han sido utilizados como condicionantes en la relación comercial.
La posibilidad de que el gobierno de México responda con medidas arancelarias en represalia sigue latente. Es fundamental que cualquier decisión en este sentido se tome con base en un análisis riguroso, evitando daños colaterales a la industria y a los consumidores de los tres países. La estabilidad de la relación económica con sus principales socios comerciales debe ser una prioridad, pero siempre bajo condiciones justas y recíprocas.
“En la Confederación reiteramos nuestro compromiso con la defensa del comercio libre y equitativo. Instamos al gobierno de México a adoptar una postura firme y a hacer uso de los mecanismos establecidos en el T-MEC para impugnar esta medida arbitraria”, menciona la Coparmex.
“Ante el contexto tan adverso que enfrentamos hacia el exterior, hacemos un llamado al gobierno federal para fortalecer la diversificación de mercados y reducir la dependencia de un solo país, con estrategias que fomenten la competitividad y el crecimiento de las empresas mexicanas en los mercados internacionales. Más aún, y ante la intensificación en la competencia internacional por atraer inversiones, México debe ofrecer un entorno estable, incentivos estratégicos y certidumbre jurídica que fortalezcan la confianza empresarial y promuevan la permanencia y expansión de las compañías en el país”, agrega.
Para ello, la colaboración entre el sector privado y el gobierno es indispensable. Mientras las empresas impulsan la innovación, la generación de empleo y la competitividad, el gobierno debe garantizar estabilidad, infraestructura, incentivos y un marco regulatorio eficiente.