La capacidad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de influir en los precios del petróleo está cerca de terminar debido a los avances tecnológicos en la extracción de crudo.
De acuerdo a Kenneth Rapoza, analista de Forbes, serán Rusia y los Estados Unidos quienes establecerán el ritmo de la industria petrolera en los próximos años.
Ambos países tienen grandes reservas de hidrocarburos, los cuales se consideran los yacimientos más grandes de petróleo y gas no convencional en el mundo. Sin embargo, los costos de producción actuales aún no hacen rentable la explotación masiva de los recursos.
Es por esto, que el analista de Forbes cree que con el desarrollo de nueva tecnología para la bajar los costos de producción de los no convencionales, Estados Unidos y Rusia tendrán la capacidad para influir en el mercado.