Craig Burelle, Analista de Investigación en Estrategias Macro de Loomis Sayles, filial de Natixis IM
Si bien los mercados en el primer trimestre pudieron haberse visto agitados por un conocido antagonista —la volatilidad— el panorama para el resto del año parece sólido. Se proyecta que el crecimiento global continuará, fortalecido por estimaciones de sólidas ganancias corporativas—particularmente para las empresas de EEUU, donde las reducciones fiscales deberán superar a los referentes. Pero los cambios en la política monetaria de EEUU y las reglas del comercio global continúan en el radar en cuanto a riesgos potenciales.
A continuación, el resumen de mi panorama.
Escenario Macro: La continua fortaleza de los indicadores económicos como el crecimiento del PIB y la confianza del consumidor han provocado el intenso monitoreo de muchos inversionistas del índice inflacionario y la política monetaria de la Reserva Federal. Hasta ahora, la mejora de la actividad económica interna se ha topado con el alza de las tasas, una tendencia que en nuestra opinión continuará, pero a un ritmo más lento que no representará una disrupción para los activos de riesgo.
Diferenciales del Crédito: Los diferenciales del crédito se encuentran en mínimos multi-anuales y es menos probable que se estrechen todavía más a medida que el ciclo avance. Sin embargo, los estrechos diferenciales del crédito pueden seguir así si las condiciones financieras son estables. En un entorno como el actual, los sectores de duraciones más bajas del mercado crediticio, como los valores de alto rendimiento y respaldados por activos, podrían desempeñarse mejor que sus contrapartes de duración más larga. Los créditos bancarios a tasa flotante deberán seguir también atrayendo la demanda de los inversionistas a medida que las tasas gradualmente se marquen.
Mercados Emergentes y no denominados en dólares: Al observar los flujos de capital a larga distancia, los inversionistas han optado por el prospecto de los mercados y activos no denominados en dólares a medida que identifican mejores oportunidades de crecimiento e inversiones con mayor potencial de retorno total. Este entorno ha promovido un dólar más débil, y ante la falta de un mercado alcista en dólares, la deuda en divisa local de mercados emergentes parece particularmente atractiva, debido a la relativa ventaja en rendimiento.
Renta variable: El optimismo por el crecimiento global y las condiciones financieras benéficas condujeron a mayores ganancias en el mercado de renta variable en enero. Si bien la volatilidad se elevó hacia finales del trimestre, el prospecto para la renta variable global en los próximos trimestres también mejoró. Desde un punto de vista de las ganancias por acción, creemos que el índice S&P 500 probablemente registrará un crecimiento año con año de casi 20% para el 2018, y las ganancias de los mercados Emergentes podrían avanzar cercanas al ritmo de EEUU.
Con el crecimiento positivo de las ganancias, la renta variable podría contar con el apoyo de las valoraciones y una base para ganancias potenciales. La expansión múltiple de precio-ganancia parece menos probable.
Riesgos: Si la inflación en EEUU y las tasas de interés aumentan más y más pronto de lo esperado, la postura restrictiva más agresiva de la Fed podría derivar en una curva plana o invertida y en un fin prematuro del ciclo. Globalmente, la estrechez financiera y la restricción regulatoria en China podrían convertirse en disruptores, así como la guerra comercial global y los aranceles.