Por: René Ocampo
Las acciones del Estado Mexicano en contra de la delincuencia organizada han provocado un proceso de fragmentación de las estructuras criminales, el cual ha sido acompañado de algunos cambios como son, la diversificación de las rutas terrestres y aéreas del tráfico de drogas, de los patrones de consumo y la ampliación de sus fuentes de ingreso de entre ella sobresale el robo de los activos e hidrocarburos de PEMEX.
La problemática general de robo de hidrocarburos a PEMEX consiste en la sustracción ilícita mediante Tomas Clandestinas y en mayor escala el robo en instalaciones de la paraestatal, donde se encuentran coludidos los propios empleados.
Por lo que respecta a las Tomas Clandestinas, estas son colocadas por bandas pertenecientes a la Delincuencia Organizada, en la mayoría de los casos controladas por los cárteles de la delincuencia organizada, que han llegado a agredir con armas de fuego a personal destinado a los realizar actividades de patrullas de reconocimiento a los ductos.
En síntesis, la Delincuencia Organizada ha desviado parte de sus recursos con objeto de emplearlos al robo de hidrocarburos a esta institución, ya que esta actividad reditúa ganancias fáciles en comparación con el narcotráfico, lo cual implica que la violencia que se ha generado en los últimos años se extienda al robo de combustibles.
Con base en la información de párrafos anteriores, Petróleos Mexicanos PEMEX, a través de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica SSE, ha establecido los Convenios con las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad Pública y de gobiernos estatales y municipales, con el objeto de reforzar la seguridad en las instalaciones estratégicas de “PEMEX” y “ORGANISMOS SUBSIDIARIOS”, efectuar revisiones a vehículos de transporte de hidrocarburos y patrullaje sobre la red de ductos Derecho de Vía (DDV).
El despliegue operativo que mantiene el Ejército Mexicano demuestra que existe el apoyo necesario con objeto de disminuir de forma significativa el Mercado Ilícito de Hidrocarburo, Petrolíferos y Petroquímicos.
A partir del 2015, se observa un incremento considerable en Tomas Clandestinas para el robo de hidrocarburos, realizadas por la delincuencia organizada como parte del Mercado Ilícito en virtud de que el robo de hidrocarburo se ha convertido en un negocio rentable para la delincuencia organizada debido a las altas ganancias la poca inversión y los altos índices de corrupción, lo que permite a estas bandas criminales recuperar personas y material asegurado por las autoridades.
Para el desarrollo de este artículo, tomaremos como e.g. el área que fue conocida como “EL TRIANGULO ROJO” dentro del estado de Puebla, el cual estaba conformado por un conjunto de municipios, entre los que se encuentran Tepeaca, Palmar del Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco.
El robo de combustible en el área conocida como el triángulo rojo, se convirtió independiente de un problema social que implica un trastorno en su tejido, en un asunto de Seguridad Nacional el cual exigía una solución.
Este problema impidió el desarrollo económico a través del comercio, la ganadería, la agricultura etc. y el progreso de la comunidad. Por tratarse de una cuestión pública, era el Estado de Puebla quien tenía la responsabilidad y la obligación de solucionar este problema a través de las acciones de gobierno, quien, a su vez, fue rebasado para resolver esta situación.
Petróleos Mexicanos, a través de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica y los convenios de colaboración con las fuerzas armadas mantuvo un despliegue en el área conocida como el triángulo rojo en el estado de Puebla, sin embargo, al existir un problema de contenido social, la empresa alcanzó un punto de inflexión en el cual, no existía forma que permitiera terminar de manera efectiva con el robo de hidrocarburo en esta área.
El problema del robo de hidrocarburo no es un problema exclusivo de Petróleos Mexicanos, ni de la dependencia de esta empresa encargada de la seguridad de sus activos, la Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE), la cual está destinada a proporcionar seguridad a los bienes y valores de esta empresa productiva del estado, en toda la cadena de valor, la cual ha desempeñado un papel muy importante en la tarea que se le ha encomendado. Sin embargo, al igual que muchas instituciones de seguridad pública, ha sido rebasada, por lo que fue necesario crear convenios con las Fuerzas Armadas, garantes de la soberanía de México, sin embargo, estas también fueron rebasadas por el contenido social de este problema, donde comunidades enteras se dedicaban únicamente al robo de hidrocarburo, enfrentando a las fuerzas armadas y de seguridad pública, impidiendo el libre tránsito y secuestrando personal y vehículos por cruzar por estas comunidades.
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Seguridad Pública es una función concurrente a cargo de los tres niveles de gobierno. Comprende la prevención, investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas.
La Seguridad Pública puede convertirse en asunto de Seguridad Nacional en el grado en que la manifestación del fenómeno criminal represente un riesgo para la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, para el orden constitucional, las instituciones democráticas fundadas en el desarrollo social, económico y político, y en el grado en que constituyan un obstáculo para que las autoridades actúen contra la delincuencia organizada.
La salvaguardia de las instalaciones de PEMEX, preve las acciones para la vigilancia y garantizar su integridad y operación, existiendo coordinación con las dependencias coadyuvantes de la “Seguridad Nacional”, acciones inmediatas y directas para mantener la integridad, estabilidad y permanencia, que conlleven a la protección frente a las amenazas y riesgos que enfrente nuestro país.
Amables lectores, de lo explicado en los párrafos anteriores desprendo la siguiente pregunta:
¿Por qué las instituciones encargadas de la seguridad pública (en los tres niveles del gobierno) y de garantizar la soberanía de los mexicanos han sido rebasadas por el problema del robo de combustible?
Es muy fácil para analistas, medios de comunicación y políticos de izquierda opositores de las instituciones culpar a Petróleos Mexicanos de esta situación, sin ver más allá de lo que se dice en algunos noticieros y en la vox populi (Expresión latina que significa ‘voz del pueblo’ y se usa para indicar que una cosa es conocida y sabida por todo el mundo, y por tanto se da como aceptada o verdadera)
Las acciones del Estado Mexicano en contra de la delincuencia organizada han provocado un proceso de fragmentación de las estructuras criminales, el cual ha sido acompañado de algunos cambios como son, la diversificación de las rutas terrestres y aéreas del tráfico de drogas, de los patrones de consumo y la ampliación de sus fuentes de ingreso de entre ella sobresale el robo de los activos e hidrocarburos de PEMEX.
La problemática general de robo de hidrocarburos a PEMEX consiste en la sustracción ilícita mediante Tomas Clandestinas y en mayor escala el robo en instalaciones de la paraestatal, donde se encuentran coludidos los propios empleados.
Por lo que respecta a las Tomas Clandestinas, estas son colocadas por bandas pertenecientes a la Delincuencia Organizada, en la mayoría de los casos controladas por los cárteles de la delincuencia organizada, que han llegado a agredir con armas de fuego, incluso a asesinar al personal destinado a los realizar actividades de patrullaje los ductos.
Es necesario hacer notar que el incremento de Tomas Clandestinas no es un incremento en el robo de combustible, ya que este incremento se debe a las acciones realizadas por la empresa del estado a través de la SSE que, al mantener una constante presencia y vigilancia sobre el Sistema Nacional de Ductos, obliga a la Delincuencia Organizada a colocar más tomas en lugares diferentes para lograr el objetivo de robar la cantidad que es requerida para solventar las actividades ilícitas, sin embargo. Las perdidas volumétricas en 2018, comparación con el año 2017 ha disminuido considerablemente.
En síntesis, la Delincuencia Organizada ha desviado parte de sus recursos con objeto de emplearlos al robo de hidrocarburos a esta institución, ya que esta actividad reditúa ganancias fáciles en comparación con el narcotráfico, lo cual implica que la violencia que se ha generado en los últimos años se extienda al robo de combustibles.
El principal problema que ha agravado esta situación es que la población en ciertas regiones fue cooptada por las organizaciones delincuenciales para realizar esta actividad, la que al ver que esta resulta tan lucrativa, empezó a atraer la atención de personas dedicadas al comercio y a la agricultura, dejando estas actividades para dedicarse el robo en los ductos de PEMEX, es así que comunidades y poblaciones enteras, empezaron a dedicarse a este rubro de Delincuencia Organizada.
La delincuencia Organizada que opera el robo de combustible, lo hace indistintamente dependiendo de la región y de otros aspectos, en algunos casos endémicos y en otros culturales, sin embargo, el común denominador de estas organizaciones es que en su mayoría depende de un cártel del narcotráfico que ha expandido sus actividades al robo de hidrocarburo en virtud de la rentabilidad que este delito presenta.
La región Centro y sureste presentan un alto grado de marginación, desempleo y sueldo bajos, sin mencionar la presencia de los carteles de la delincuencia organizada, por lo que el Mercado Ilícito de Hidrocarburos, Petrolíferos y Petroquímicos se ha convertido en el Modus Vivendi de muchas comunidades, donde todos los miembros de una familia participan en el robo de combustible.
Para llevar a cabo el robo, inicialmente mediante amenazas y extorsión, personal especializado (ingenieros) quienes eran los responsables de hacer las Tomas Clandestinas, pero esta actividad fue sujeto de innovación e ingenio ya que dejaron de requerir de los servicios de este personal que requería de plantas de soldar, difíciles de trasladar y de otro material especializado, ahora utilizan una batería de coche y cables para soldar lo que permite que en 5 minutos sea colocada un Toma Clandestina.
Las características geográficas o de la infraestructura no es una condición como detonante del robo de hidrocarburo, sin embargo, las condiciones sociales y de inseguridad de ciertas áreas fomentan este tipo de actividad, en la región norte de la república mexicana, la preponderancia de carteles de la Delincuencia Organizada es un factor que favorece el Mercado Ilícito de Combustibles.
Es así mis queridos lectores que como siempre, dejo estas líneas a su consideración y reflexión para saquen sus propias conclusiones.
Por: René Ocampo
Las acciones del Estado Mexicano en contra de la delincuencia organizada han provocado un proceso de fragmentación de las estructuras criminales, el cual ha sido acompañado de algunos cambios como son, la diversificación de las rutas terrestres y aéreas del tráfico de drogas, de los patrones de consumo y la ampliación de sus fuentes de ingreso de entre ella sobresale el robo de los activos e hidrocarburos de PEMEX.
La problemática general de robo de hidrocarburos a PEMEX consiste en la sustracción ilícita mediante Tomas Clandestinas y en mayor escala el robo en instalaciones de la paraestatal, donde se encuentran coludidos los propios empleados.
Por lo que respecta a las Tomas Clandestinas, estas son colocadas por bandas pertenecientes a la Delincuencia Organizada, en la mayoría de los casos controladas por los cárteles de la delincuencia organizada, que han llegado a agredir con armas de fuego a personal destinado a los realizar actividades de patrullas de reconocimiento a los ductos.
En síntesis, la Delincuencia Organizada ha desviado parte de sus recursos con objeto de emplearlos al robo de hidrocarburos a esta institución, ya que esta actividad reditúa ganancias fáciles en comparación con el narcotráfico, lo cual implica que la violencia que se ha generado en los últimos años se extienda al robo de combustibles.
Con base en la información de párrafos anteriores, Petróleos Mexicanos PEMEX, a través de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica SSE, ha establecido los Convenios con las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad Pública y de gobiernos estatales y municipales, con el objeto de reforzar la seguridad en las instalaciones estratégicas de “PEMEX” y “ORGANISMOS SUBSIDIARIOS”, efectuar revisiones a vehículos de transporte de hidrocarburos y patrullaje sobre la red de ductos Derecho de Vía (DDV).
El despliegue operativo que mantiene el Ejército Mexicano demuestra que existe el apoyo necesario con objeto de disminuir de forma significativa el Mercado Ilícito de Hidrocarburo, Petrolíferos y Petroquímicos.
A partir del 2015, se observa un incremento considerable en Tomas Clandestinas para el robo de hidrocarburos, realizadas por la delincuencia organizada como parte del Mercado Ilícito en virtud de que el robo de hidrocarburo se ha convertido en un negocio rentable para la delincuencia organizada debido a las altas ganancias la poca inversión y los altos índices de corrupción, lo que permite a estas bandas criminales recuperar personas y material asegurado por las autoridades.
Para el desarrollo de este artículo, tomaremos como e.g. el área que fue conocida como “EL TRIANGULO ROJO” dentro del estado de Puebla, el cual estaba conformado por un conjunto de municipios, entre los que se encuentran Tepeaca, Palmar del Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco.
El robo de combustible en el área conocida como el triángulo rojo, se convirtió independiente de un problema social que implica un trastorno en su tejido, en un asunto de Seguridad Nacional el cual exigía una solución.
Este problema impidió el desarrollo económico a través del comercio, la ganadería, la agricultura etc. y el progreso de la comunidad. Por tratarse de una cuestión pública, era el Estado de Puebla quien tenía la responsabilidad y la obligación de solucionar este problema a través de las acciones de gobierno, quien, a su vez, fue rebasado para resolver esta situación.
Petróleos Mexicanos, a través de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica y los convenios de colaboración con las fuerzas armadas mantuvo un despliegue en el área conocida como el triángulo rojo en el estado de Puebla, sin embargo, al existir un problema de contenido social, la empresa alcanzó un punto de inflexión en el cual, no existía forma que permitiera terminar de manera efectiva con el robo de hidrocarburo en esta área.
El problema del robo de hidrocarburo no es un problema exclusivo de Petróleos Mexicanos, ni de la dependencia de esta empresa encargada de la seguridad de sus activos, la Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE), la cual está destinada a proporcionar seguridad a los bienes y valores de esta empresa productiva del estado, en toda la cadena de valor, la cual ha desempeñado un papel muy importante en la tarea que se le ha encomendado. Sin embargo, al igual que muchas instituciones de seguridad pública, ha sido rebasada, por lo que fue necesario crear convenios con las Fuerzas Armadas, garantes de la soberanía de México, sin embargo, estas también fueron rebasadas por el contenido social de este problema, donde comunidades enteras se dedicaban únicamente al robo de hidrocarburo, enfrentando a las fuerzas armadas y de seguridad pública, impidiendo el libre tránsito y secuestrando personal y vehículos por cruzar por estas comunidades.
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Seguridad Pública es una función concurrente a cargo de los tres niveles de gobierno. Comprende la prevención, investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas.
La Seguridad Pública puede convertirse en asunto de Seguridad Nacional en el grado en que la manifestación del fenómeno criminal represente un riesgo para la integridad, estabilidad y permanencia del Estado, para el orden constitucional, las instituciones democráticas fundadas en el desarrollo social, económico y político, y en el grado en que constituyan un obstáculo para que las autoridades actúen contra la delincuencia organizada.
La salvaguardia de las instalaciones de PEMEX, preve las acciones para la vigilancia y garantizar su integridad y operación, existiendo coordinación con las dependencias coadyuvantes de la “Seguridad Nacional”, acciones inmediatas y directas para mantener la integridad, estabilidad y permanencia, que conlleven a la protección frente a las amenazas y riesgos que enfrente nuestro país.
Amables lectores, de lo explicado en los párrafos anteriores desprendo la siguiente pregunta:
¿Por qué las instituciones encargadas de la seguridad pública (en los tres niveles del gobierno) y de garantizar la soberanía de los mexicanos han sido rebasadas por el problema del robo de combustible?
Es muy fácil para analistas, medios de comunicación y políticos de izquierda opositores de las instituciones culpar a Petróleos Mexicanos de esta situación, sin ver más allá de lo que se dice en algunos noticieros y en la vox populi (Expresión latina que significa ‘voz del pueblo’ y se usa para indicar que una cosa es conocida y sabida por todo el mundo, y por tanto se da como aceptada o verdadera)
Las acciones del Estado Mexicano en contra de la delincuencia organizada han provocado un proceso de fragmentación de las estructuras criminales, el cual ha sido acompañado de algunos cambios como son, la diversificación de las rutas terrestres y aéreas del tráfico de drogas, de los patrones de consumo y la ampliación de sus fuentes de ingreso de entre ella sobresale el robo de los activos e hidrocarburos de PEMEX.
La problemática general de robo de hidrocarburos a PEMEX consiste en la sustracción ilícita mediante Tomas Clandestinas y en mayor escala el robo en instalaciones de la paraestatal, donde se encuentran coludidos los propios empleados.
Por lo que respecta a las Tomas Clandestinas, estas son colocadas por bandas pertenecientes a la Delincuencia Organizada, en la mayoría de los casos controladas por los cárteles de la delincuencia organizada, que han llegado a agredir con armas de fuego, incluso a asesinar al personal destinado a los realizar actividades de patrullaje los ductos.
Es necesario hacer notar que el incremento de Tomas Clandestinas no es un incremento en el robo de combustible, ya que este incremento se debe a las acciones realizadas por la empresa del estado a través de la SSE que, al mantener una constante presencia y vigilancia sobre el Sistema Nacional de Ductos, obliga a la Delincuencia Organizada a colocar más tomas en lugares diferentes para lograr el objetivo de robar la cantidad que es requerida para solventar las actividades ilícitas, sin embargo. Las perdidas volumétricas en 2018, comparación con el año 2017 ha disminuido considerablemente.
En síntesis, la Delincuencia Organizada ha desviado parte de sus recursos con objeto de emplearlos al robo de hidrocarburos a esta institución, ya que esta actividad reditúa ganancias fáciles en comparación con el narcotráfico, lo cual implica que la violencia que se ha generado en los últimos años se extienda al robo de combustibles.
El principal problema que ha agravado esta situación es que la población en ciertas regiones fue cooptada por las organizaciones delincuenciales para realizar esta actividad, la que al ver que esta resulta tan lucrativa, empezó a atraer la atención de personas dedicadas al comercio y a la agricultura, dejando estas actividades para dedicarse el robo en los ductos de PEMEX, es así que comunidades y poblaciones enteras, empezaron a dedicarse a este rubro de Delincuencia Organizada.
La delincuencia Organizada que opera el robo de combustible, lo hace indistintamente dependiendo de la región y de otros aspectos, en algunos casos endémicos y en otros culturales, sin embargo, el común denominador de estas organizaciones es que en su mayoría depende de un cártel del narcotráfico que ha expandido sus actividades al robo de hidrocarburo en virtud de la rentabilidad que este delito presenta.
La región Centro y sureste presentan un alto grado de marginación, desempleo y sueldo bajos, sin mencionar la presencia de los carteles de la delincuencia organizada, por lo que el Mercado Ilícito de Hidrocarburos, Petrolíferos y Petroquímicos se ha convertido en el Modus Vivendi de muchas comunidades, donde todos los miembros de una familia participan en el robo de combustible.
Para llevar a cabo el robo, inicialmente mediante amenazas y extorsión, personal especializado (ingenieros) quienes eran los responsables de hacer las Tomas Clandestinas, pero esta actividad fue sujeto de innovación e ingenio ya que dejaron de requerir de los servicios de este personal que requería de plantas de soldar, difíciles de trasladar y de otro material especializado, ahora utilizan una batería de coche y cables para soldar lo que permite que en 5 minutos sea colocada un Toma Clandestina.
Las características geográficas o de la infraestructura no es una condición como detonante del robo de hidrocarburo, sin embargo, las condiciones sociales y de inseguridad de ciertas áreas fomentan este tipo de actividad, en la región norte de la república mexicana, la preponderancia de carteles de la Delincuencia Organizada es un factor que favorece el Mercado Ilícito de Combustibles.
Es así mis queridos lectores que como siempre, dejo estas líneas a su consideración y reflexión para saquen sus propias conclusiones.