El gobierno de Argentina dispuso de la aplicación de licencias no automáticas para la importación de petróleo y petrolíferos, para de esta forma, controlar el ingreso al país tras la caída en los precios del petróleo.
La medida tiene como objetivo evitar que se realicen compras que afecten la producción local de hidrocarburos.
Las licencias no automáticas pueden demorar hasta 60 días para su aprobación y requiere que las empresas entreguen información adicional sobre sus compras al exterior.
Argentina enfrenta la parálisis de actividades en la cuenca de no convencionales de Vaca Muerta, debido a que los actuales precios no hacen rentable la producción en la zona.
Se calcula que las empresas que operan en Vaca Muerta necesitan por lo menos un precio del petróleo de 50 dólares por barril para mantener sus operaciones.