La disminución en la demanda de petrolíferos en los Estados Unidos debido a las restricciones de movilidad por COVID-19 llevaron a una baja utilización de refinerías y un incremento en los inventarios del país.
En abril, los inventarios comerciales de petróleo crudo aumentaron en 46.7 millones de barriles cerca del 10%, el mayor aumento mensual en los datos desde 1920. Las refinerías de Estados Unidos operaron al 70% de su capacidad, la tasa de utilización más baja en la serie de datos mensuales desde 1985.
Mientras que la demanda de productos derivados del petróleo llego a 11.7 millones de barriles por día, el nivel más bajo desde 1981.
El aumento del inventario de petróleo crudo de abril es el resultado de que las refinerías caen más rápidamente que el suministro de petróleo crudo, que está determinado por la producción nacional y las importaciones.
La producción de crudo estadounidense en abril promedió 12.1 millones de barriles diarios una disminución de 669 mil barriles desde marzo, el equivalente a una caída del 5%. Esta disminución representa la mayor disminución mensual desde septiembre de 2008, cuando los huracanes Ike y Gustav azotaron la costa del Golfo de México.
Mientras que las importaciones de crudo estadounidense cayeron en 776 mil barriles diarios de marzo a abril.
La caída combinada de la producción y las importaciones fue menor que la disminución de los insumos brutos para las refinerías, lo que resultó en incrementos récord en los inventarios de petróleo crudo. Según las estimaciones del Informe semanal del estado del petróleo de la EIA, los inventarios comerciales de petróleo crudo alcanzaron un récord de 541 millones de barriles en la semana que terminó el 19 de junio y han caído ligeramente en las semanas posteriores.
Por otra parte la demanda de turbosina se redujo en casi 50%, pasando de 1.6 millones de barriles en febrero a 691 mil barriles en abril. Desde 1970 la demanda de turbosina en el país nunca había bajado de 700 mil barriles diarios.
La disminución en la demanda de petrolíferos en los Estados Unidos debido a las restricciones de movilidad por COVID-19 llevaron a una baja utilización de refinerías y un incremento en los inventarios del país.
En abril, los inventarios comerciales de petróleo crudo aumentaron en 46.7 millones de barriles cerca del 10%, el mayor aumento mensual en los datos desde 1920. Las refinerías de Estados Unidos operaron al 70% de su capacidad, la tasa de utilización más baja en la serie de datos mensuales desde 1985.
Mientras que la demanda de productos derivados del petróleo llego a 11.7 millones de barriles por día, el nivel más bajo desde 1981.
El aumento del inventario de petróleo crudo de abril es el resultado de que las refinerías caen más rápidamente que el suministro de petróleo crudo, que está determinado por la producción nacional y las importaciones.
La producción de crudo estadounidense en abril promedió 12.1 millones de barriles diarios una disminución de 669 mil barriles desde marzo, el equivalente a una caída del 5%. Esta disminución representa la mayor disminución mensual desde septiembre de 2008, cuando los huracanes Ike y Gustav azotaron la costa del Golfo de México.
Mientras que las importaciones de crudo estadounidense cayeron en 776 mil barriles diarios de marzo a abril.
La caída combinada de la producción y las importaciones fue menor que la disminución de los insumos brutos para las refinerías, lo que resultó en incrementos récord en los inventarios de petróleo crudo. Según las estimaciones del Informe semanal del estado del petróleo de la EIA, los inventarios comerciales de petróleo crudo alcanzaron un récord de 541 millones de barriles en la semana que terminó el 19 de junio y han caído ligeramente en las semanas posteriores.
Por otra parte la demanda de turbosina se redujo en casi 50%, pasando de 1.6 millones de barriles en febrero a 691 mil barriles en abril. Desde 1970 la demanda de turbosina en el país nunca había bajado de 700 mil barriles diarios.