Por: Jesús Moreno Herrero
La demanda de combustible para el transporte ha caído en picado y las perspectivas de futuro son inciertas; debido a la transición energética, que limitará la venta de combustibles fósiles a largo plazo, y, a la posibilidad de nuevos confinamientos por el covid-19 a corto plazo. En resumen, el sector de la venta minorista de combustible se ha visto afectado por una tormenta perfecta.
Ahora más que nunca, las empresas de estaciones de servicios deben empezar a transformar su modelo de negocio. Pero ¿por dónde empezar?
Claramente, ahorrar costes es una prioridad en el clima actual, y en este área, los modernos sistemas de TI pueden ser grandes aliados. Al adoptar un modelo cloud de tipo software-as-a-service, los proveedores de combustible pueden implantar rápidamente nuevas aplicaciones en toda su red que mejoren la eficiencia operativa de sus estaciones de servicio, la administración de inventario y pedidos o que ayuden a gestionar todos los aspectos de su negocio de forma más eficiente.
Al adoptar tecnología IoT, los operadores pueden recoger datos automáticamente de los sensores y los equipos instalados en sus estaciones de servicio, y utilizar análisis predictivos para programar operaciones de mantenimiento preventivo o de reposición de inventario.
La migración a la nube de servidores y operaciones de TI desde los equipos antiguos e instalados in situ supondrá un ahorro significativo para las compañías de gran tamaño, con miles de estaciones de servicio repartidas en un área geográfica amplia. Además, tener los sistemas en la nube evita desplazamientos para el mantenimiento, realización de tareas rutinarias de equipos o actualización de programas.
Por supuesto, el mayor reto al que se enfrentan las estaciones de servicio es que su actividad principal, la distribución de combustibles fósiles, tiene un horizonte finito. Si bien cada país transicionará a una economía baja en carbono a un ritmo distinto, las empresas deben pensar ya en cómo adaptarse a la nueva era, cómo servir a una demanda más amplia de necesidades de energía para los consumidores del mañana transformando la estación de servicio tradicional en un punto de aprovisionamiento de distintas formas de energía, un multi-site energético.
Además de expandir el rango de tipos de combustibles que se dispensan en la pista –añadiendo el hidrógeno y los puntos de carga rápida para vehículos eléctricos, por ejemplo — los operadores de estaciones de servicio deben reorientar su negocio hacia los consumidores más que hacia los vehículos y competir por cubrir una cuota mayor de las necesidades energéticas en lugar de limitarse a vender combustible para sus vehículos.
Este modelo de multiservicios está siendo ampliamente adoptado por eléctricas o distribuidoras de gas, y además de aumentar el valor de tiempo de vida del cliente, también fomenta su fidelidad, algo particularmente importante para los operadores de estaciones de servicio que deseen transformar su negocio en una actividad más orientada a los consumidores.
En este último punto, las estaciones de servicio han avanzado enormemente en los últimos diez años desarrollando negocio más allá de la venta de gasolina, y es frecuente encontrar, salvo en las más pequeñas, tiendas, túneles de lavado o cafetería.
No obstante, todavía queda mucho espacio para el crecimiento, y las estaciones de servicios deben ampliar su oferta hasta convertir sus pequeñas tiendas en tiendas de conveniencia, de forma que los consumidores pasen más tiempo en ellas.
A medida que los operadores adoptan las prácticas de la venta minorista, tendrán que mejorar el uso de técnicas de marketing y de análisis de datos para adaptar sus promociones a un público muy concreto y crear fidelidad.
¿Qué deparará el futuro? La situación estratégica de las estaciones de servicio les da una especial ventaja no solo como tiendas de conveniencia y establecimientos de comida rápida sino también para ofrecer servicios de «last mile», tipo Amazon Lockers, carga rápida de vehículos eléctricos o puntos de partida para compartir coche.
Con su actividad principal en decrecimiento a largo plazo, las estaciones de servicio tienen que actuar rápido invirtiendo en tecnologías que les permitan ofrecer una gama más amplia de productos energéticos y servicios retail, lo que transformará la crisis actual en una oportunidad.