El huracán Nicholas se acerca a las costas de Texas y Luisiana, corazón de la actividad petrolera de Estados Unidos.
La tormenta tropical Nicholas se fortaleció hasta convertirse en huracán a última hora del lunes, y se dispone a golpear la costa del Golfo de México en Texas y Luisiana con elevación de las mareas y lluvias que podrían causar inundaciones generalizadas y potencialmente mortales.
El huracán, con vientos de 120 kilómetros por hora, se encontraba a unos 75 kilómetros)al suroeste de Freeport Texas, según dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en un boletín el lunes por la noche.
Nicholas estaba trayendo lluvias intensas, fuertes vientos y mareas de tempestad a partes de la costa central y superior de Texas, según el NHC.
“Será una tormenta de movimiento muy lento a través del estado de Texas que permanecerá durante varios días y dejará caer una tremenda cantidad de lluvia”, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, el lunes por la tarde. “La gente de la región debe estar preparada para eventos extremos”.
Abbott dijo que declarará el estado de emergencia en 17 condados y tres ciudades a lo largo de la costa de Texas, y añadió que se han desplegado equipos de rescate en barco y helicóptero o se han puesto en espera.
Se pronosticaron niveles totales de lluvia de hasta 40.6 centímetros y posiblemente 20 pulgadas en algunas áreas aisladas para partes de Texas hasta el miércoles. A medida que Nicholas se desplaza hacia el noreste, se espera que arroje hasta 10 pulgadas en partes del centro-sur de Luisiana y el sur de Mississippi hasta el jueves, según el NHC.
Nicholas es el segundo huracán en otras tantas semanas que amenaza la costa estadounidense del Golfo. El huracán Ida causó estragos a finales de agosto, el cual ha saco fuera de operación a cerca del 90% de la producción de crudo de los Estados Unidos.
Datos de la Agencia Internacional de Energía calculan que Estados Unidos ha dejado de producir un total de 30 millones de barriles por las afectaciones de Ida.
El huracán Nicholas se acerca a las costas de Texas y Luisiana, corazón de la actividad petrolera de Estados Unidos.
La tormenta tropical Nicholas se fortaleció hasta convertirse en huracán a última hora del lunes, y se dispone a golpear la costa del Golfo de México en Texas y Luisiana con elevación de las mareas y lluvias que podrían causar inundaciones generalizadas y potencialmente mortales.
El huracán, con vientos de 120 kilómetros por hora, se encontraba a unos 75 kilómetros)al suroeste de Freeport Texas, según dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en un boletín el lunes por la noche.
Nicholas estaba trayendo lluvias intensas, fuertes vientos y mareas de tempestad a partes de la costa central y superior de Texas, según el NHC.
“Será una tormenta de movimiento muy lento a través del estado de Texas que permanecerá durante varios días y dejará caer una tremenda cantidad de lluvia”, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, el lunes por la tarde. “La gente de la región debe estar preparada para eventos extremos”.
Abbott dijo que declarará el estado de emergencia en 17 condados y tres ciudades a lo largo de la costa de Texas, y añadió que se han desplegado equipos de rescate en barco y helicóptero o se han puesto en espera.
Se pronosticaron niveles totales de lluvia de hasta 40.6 centímetros y posiblemente 20 pulgadas en algunas áreas aisladas para partes de Texas hasta el miércoles. A medida que Nicholas se desplaza hacia el noreste, se espera que arroje hasta 10 pulgadas en partes del centro-sur de Luisiana y el sur de Mississippi hasta el jueves, según el NHC.
Nicholas es el segundo huracán en otras tantas semanas que amenaza la costa estadounidense del Golfo. El huracán Ida causó estragos a finales de agosto, el cual ha saco fuera de operación a cerca del 90% de la producción de crudo de los Estados Unidos.
Datos de la Agencia Internacional de Energía calculan que Estados Unidos ha dejado de producir un total de 30 millones de barriles por las afectaciones de Ida.