Filipinas busca alternativas para ahorrar gasolina frente a los altos precios del petróleo.
Filipinas está considerando la reducción de la semana laboral a cuatro días como parte de un programa de medidas para amortiguar la subida del petróleo por la guerra de Ucrania.
El gobierno del presidente Rodrigo Duterte plantea la reducción de la semana laboral a cuatro días como un modo de ahorrar en gasolina al reducir los desplazamientos al puesto de trabajo en un país cuya capital y motor económico, Manila, es famosa por sus históricos embotellamientos.
El portavoz del presidente, Martin Andanar, dijo el miércoles que la medida “está siendo considerada” en caso de que el precio del petróleo siga subiendo, según publica hoy el diario local Inquirer.
La idea inicial de las autoridades de Filipinas, país que importa la mayor parte de su combustible, es que los ciudadanos trabajen aún 40 horas a la semana, pero, en vez de ocho al día, que las jornadas se extiendan hasta las diez horas.
En paralelo, el secretario de planificación económica, Karl Chua, propuso subvenciones directas a los sectores más afectados, entre ellos los hogares más necesitados, descartando los llamamientos a suspender la eliminación del impuesto a los productos derivados del petróleo.
Filipinas trata de capear el temporal tras registrar un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 5.6% el año pasado, con lo que recuperó parte de la caída del 9.57% registrada en 2020 debido a la pandemia de la covid-19.
Filipinas busca alternativas para ahorrar gasolina frente a los altos precios del petróleo.
Filipinas está considerando la reducción de la semana laboral a cuatro días como parte de un programa de medidas para amortiguar la subida del petróleo por la guerra de Ucrania.
El gobierno del presidente Rodrigo Duterte plantea la reducción de la semana laboral a cuatro días como un modo de ahorrar en gasolina al reducir los desplazamientos al puesto de trabajo en un país cuya capital y motor económico, Manila, es famosa por sus históricos embotellamientos.
El portavoz del presidente, Martin Andanar, dijo el miércoles que la medida “está siendo considerada” en caso de que el precio del petróleo siga subiendo, según publica hoy el diario local Inquirer.
La idea inicial de las autoridades de Filipinas, país que importa la mayor parte de su combustible, es que los ciudadanos trabajen aún 40 horas a la semana, pero, en vez de ocho al día, que las jornadas se extiendan hasta las diez horas.
En paralelo, el secretario de planificación económica, Karl Chua, propuso subvenciones directas a los sectores más afectados, entre ellos los hogares más necesitados, descartando los llamamientos a suspender la eliminación del impuesto a los productos derivados del petróleo.
Filipinas trata de capear el temporal tras registrar un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 5.6% el año pasado, con lo que recuperó parte de la caída del 9.57% registrada en 2020 debido a la pandemia de la covid-19.