Estados Unidos, Catar y Noruega han sido citados como posibles proveedores de GNL.
Los primeros ministros de Estonia, Letonia y Lituania afirmaron este viernes que al dejar los tres países de importar gas natural ruso se crea un nuevo mercado regional de gas natural licuado (GNL) que se extiende desde Finlandia, en el norte, hasta Polonia, en el sur.
Aunque Lituania es actualmente el único país báltico con una terminal de GNL, los planes para infraestructuras similares en Estonia y Letonia no representarían un riesgo de exceso de capacidad o duplicación de servicios, sobre todo si la Unión Europea (UE) decide un embargo total al gas ruso, declaró la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, en rueda de prensa.
Lituania cuenta con una terminal flotante de GNL en el puerto de Klaipeda; Estonia y Finlandia, con el apoyo de Letonia, alquilarán en otoño una instalación flotante de GNL en el puerto estonio de Paldiski, y Letonia está estudiando planes para construir una terminal de GNL en tierra.
“Nuestra región está conectada desde Finlandia hasta Polonia”, declaró por su parte el primer ministro letón, Krisjanis Karins.
Señaló, al mismo tiempo, que la infraestructura de almacenamiento subterráneo de gas de Letonia, la única de este tipo en la región, es una parte clave del nuevo mercado emergente de gas natural licuado.
Agregó que el alquiler de una instalación flotante de GNL para dar servicio a Estonia y Finlandia es una solución a corto plazo, mientras que una terminal en tierra en la costa letona con un gasoducto directo a la ciudad de Incukalns sería lo mejor y más rentable a medio plazo.
Según medios estonios, el alquiler de una terminal flotante de GNL costaría a Estonia alrededor de 10 millones de euros al año.
El titular letón de Economía, Janis Vitenbergs, declaró recientemente que su ministerio está estudiando varias propuestas de potenciales inversores para la terminal letona de GNL, algunas recibidas durante su visita a Estados Unidos a finales de marzo.
En tanto, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, declaró que, además de poner fin a la compra de gas ruso y de poner en marcha las operaciones para una plataforma conjunta estonio-finlandesa de GNL, los jefes de gobierno discutieron planes para un parque eólico en el mar Báltico para generar electricidad y seguir reduciendo la dependencia de la energía rusa.
Estados Unidos, Catar y Noruega han sido citados como posibles proveedores de GNL.
Los primeros ministros de Estonia, Letonia y Lituania afirmaron este viernes que al dejar los tres países de importar gas natural ruso se crea un nuevo mercado regional de gas natural licuado (GNL) que se extiende desde Finlandia, en el norte, hasta Polonia, en el sur.
Aunque Lituania es actualmente el único país báltico con una terminal de GNL, los planes para infraestructuras similares en Estonia y Letonia no representarían un riesgo de exceso de capacidad o duplicación de servicios, sobre todo si la Unión Europea (UE) decide un embargo total al gas ruso, declaró la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, en rueda de prensa.
Lituania cuenta con una terminal flotante de GNL en el puerto de Klaipeda; Estonia y Finlandia, con el apoyo de Letonia, alquilarán en otoño una instalación flotante de GNL en el puerto estonio de Paldiski, y Letonia está estudiando planes para construir una terminal de GNL en tierra.
“Nuestra región está conectada desde Finlandia hasta Polonia”, declaró por su parte el primer ministro letón, Krisjanis Karins.
Señaló, al mismo tiempo, que la infraestructura de almacenamiento subterráneo de gas de Letonia, la única de este tipo en la región, es una parte clave del nuevo mercado emergente de gas natural licuado.
Agregó que el alquiler de una instalación flotante de GNL para dar servicio a Estonia y Finlandia es una solución a corto plazo, mientras que una terminal en tierra en la costa letona con un gasoducto directo a la ciudad de Incukalns sería lo mejor y más rentable a medio plazo.
Según medios estonios, el alquiler de una terminal flotante de GNL costaría a Estonia alrededor de 10 millones de euros al año.
El titular letón de Economía, Janis Vitenbergs, declaró recientemente que su ministerio está estudiando varias propuestas de potenciales inversores para la terminal letona de GNL, algunas recibidas durante su visita a Estados Unidos a finales de marzo.
En tanto, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, declaró que, además de poner fin a la compra de gas ruso y de poner en marcha las operaciones para una plataforma conjunta estonio-finlandesa de GNL, los jefes de gobierno discutieron planes para un parque eólico en el mar Báltico para generar electricidad y seguir reduciendo la dependencia de la energía rusa.