Francia se prepara para la falta de gas natural a finales del 2022 y se presta a reducir el consumo eléctrico.
Francia está trabajando en planes de contingencia para cortes en los suministros de gas ruso, mientras los jefes de las principales compañías energéticas instan a personas y empresas a reducir el consumo.
El país europeo depende menos que algunos de sus vecinos de las importaciones de gas de Rusia, que representan alrededor del 17% de su consumo. Pero las preocupaciones sobre el suministro surgen mientras lidia con una generación de electricidad ya limitada debido al mantenimiento inesperado en sus reactores nucleares envejecidos.
Los líderes de la Unión Europea acordaron la semana pasada impulsar los preparativos para más recortes al gas ruso, acusando a Moscú de “utilizar como un arma” la energía a través de una reducción del suministro que, según advirtió Alemania, podría cerrar en parte su industria.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo el lunes que el gobierno está trabajando en planes de emergencia energética, pero aún no ha tenido que ponerlos en práctica.
“Determinaremos qué empresas son de mayor importancia estratégica, es decir, aquellas a las que podemos permitir que se les corte el gas y aquellas a las que no podemos permitir ningún corte”, dijo Le Maire a RMC Radio, sin dar más detalles.
“Estamos trabajando en diferentes escenarios, pero por ahora este (racionamiento) no es el caso base”, dijo una fuente del Ministerio de Hacienda.
En abril, el operador de la red de transporte de gas GRTgaz dijo que había implementado medidas que pueden invocarse para limitar el suministro de gas a los clientes en caso de escasez, y pidió a los proveedores que llenen el almacenamiento subterráneo antes del próximo invierno.
El llamado deslastre de carga es el cierre deliberado del consumo para ayudar a cubrir los déficits de suministro, generalmente determinados a través de contratos con la industria en caso de exceso de demanda.
Los usuarios de gas franceses cuyo consumo supera los 5 gigavatios hora (GWh) por año serían el primer grupo afectado por la reducción de carga, dijo la compañía.
Estos incluyen, en particular, grandes sitios industriales en los sectores de refinación, química y vidrio, así como centros comerciales y estadios.
(Reporte de Tassilo Hummel. Editado en español por Marion Giraldo)
Francia se prepara para la falta de gas natural a finales del 2022 y se presta a reducir el consumo eléctrico.
Francia está trabajando en planes de contingencia para cortes en los suministros de gas ruso, mientras los jefes de las principales compañías energéticas instan a personas y empresas a reducir el consumo.
El país europeo depende menos que algunos de sus vecinos de las importaciones de gas de Rusia, que representan alrededor del 17% de su consumo. Pero las preocupaciones sobre el suministro surgen mientras lidia con una generación de electricidad ya limitada debido al mantenimiento inesperado en sus reactores nucleares envejecidos.
Los líderes de la Unión Europea acordaron la semana pasada impulsar los preparativos para más recortes al gas ruso, acusando a Moscú de “utilizar como un arma” la energía a través de una reducción del suministro que, según advirtió Alemania, podría cerrar en parte su industria.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo el lunes que el gobierno está trabajando en planes de emergencia energética, pero aún no ha tenido que ponerlos en práctica.
“Determinaremos qué empresas son de mayor importancia estratégica, es decir, aquellas a las que podemos permitir que se les corte el gas y aquellas a las que no podemos permitir ningún corte”, dijo Le Maire a RMC Radio, sin dar más detalles.
“Estamos trabajando en diferentes escenarios, pero por ahora este (racionamiento) no es el caso base”, dijo una fuente del Ministerio de Hacienda.
En abril, el operador de la red de transporte de gas GRTgaz dijo que había implementado medidas que pueden invocarse para limitar el suministro de gas a los clientes en caso de escasez, y pidió a los proveedores que llenen el almacenamiento subterráneo antes del próximo invierno.
El llamado deslastre de carga es el cierre deliberado del consumo para ayudar a cubrir los déficits de suministro, generalmente determinados a través de contratos con la industria en caso de exceso de demanda.
Los usuarios de gas franceses cuyo consumo supera los 5 gigavatios hora (GWh) por año serían el primer grupo afectado por la reducción de carga, dijo la compañía.
Estos incluyen, en particular, grandes sitios industriales en los sectores de refinación, química y vidrio, así como centros comerciales y estadios.
(Reporte de Tassilo Hummel. Editado en español por Marion Giraldo)