AMLO adoptó hoy una actitud más conciliadora frente a su posición radical de la semana pasada.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), suavizó el lunes su postura en una disputa con Estados Unidos sobre la política energética del país latinoamericano, diciendo que Washington había adoptado una actitud más conciliadora hacia la posición de su gobierno.
El mandatario habló el mismo día en que altos funcionarios estadounidenses, encabezados por el secretario de Estado, Antony Blinken, debían mantener conversaciones sobre cooperación económica con sus pares locales en Ciudad de México.
En julio, la Oficina de la Representante de Comercio de Estados Unidos exigió conversaciones para la resolución de disputas con México, argumentando que un plan de López Obrador para reforzar el control estatal del mercado energético era injusto para sus empresas y probablemente violaba un acuerdo comercial regional.
El gobernante mexicano, que ha presentado su política sobre energía como una cuestión de soberanía nacional, respondió entonces de forma desafiante, diciendo que defendería su planteamiento en el desfile militar del Día de la Independencia que se celebrará el próximo viernes.
Sin embargo, el lunes anunció que ya no se referiría al tema en su discurso del 16 de septiembre porque su homólogo estadounidense, Joe Biden, había respondido positivamente a sus preocupaciones.
“Hay un tono distinto. Hay una actidud de respeto. Mejor dicho, es la reafirmacion del respeto a nuestra soberania”, señaló en su habitual conferencia de prensa diaria, aludiendo una carta que aseguró haber recibido de Biden.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, afirmó la semana pasada que la disputa energética no estaba en la agenda de lo que se llama el Diálogo Económico de Alto Nivel entre Estados Unidos y México. Blinken tenía previsto reunirse con López Obrador durante su visita.
(Reportaje de Dave Graham; edición de Howard Goller; Traducido por Raúl Cortés)
AMLO adoptó hoy una actitud más conciliadora frente a su posición radical de la semana pasada.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), suavizó el lunes su postura en una disputa con Estados Unidos sobre la política energética del país latinoamericano, diciendo que Washington había adoptado una actitud más conciliadora hacia la posición de su gobierno.
El mandatario habló el mismo día en que altos funcionarios estadounidenses, encabezados por el secretario de Estado, Antony Blinken, debían mantener conversaciones sobre cooperación económica con sus pares locales en Ciudad de México.
En julio, la Oficina de la Representante de Comercio de Estados Unidos exigió conversaciones para la resolución de disputas con México, argumentando que un plan de López Obrador para reforzar el control estatal del mercado energético era injusto para sus empresas y probablemente violaba un acuerdo comercial regional.
El gobernante mexicano, que ha presentado su política sobre energía como una cuestión de soberanía nacional, respondió entonces de forma desafiante, diciendo que defendería su planteamiento en el desfile militar del Día de la Independencia que se celebrará el próximo viernes.
Sin embargo, el lunes anunció que ya no se referiría al tema en su discurso del 16 de septiembre porque su homólogo estadounidense, Joe Biden, había respondido positivamente a sus preocupaciones.
“Hay un tono distinto. Hay una actidud de respeto. Mejor dicho, es la reafirmacion del respeto a nuestra soberania”, señaló en su habitual conferencia de prensa diaria, aludiendo una carta que aseguró haber recibido de Biden.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, afirmó la semana pasada que la disputa energética no estaba en la agenda de lo que se llama el Diálogo Económico de Alto Nivel entre Estados Unidos y México. Blinken tenía previsto reunirse con López Obrador durante su visita.
(Reportaje de Dave Graham; edición de Howard Goller; Traducido por Raúl Cortés)