AMLO escribió en Twitter que tuvo una reunión “productiva y amistosa” con Blinken y la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), suavizó el lunes su postura en una disputa con Estados Unidos sobre la política energética del país latinoamericano, diciendo que Washington había adoptado una actitud más conciliadora hacia la posición de su gobierno.
El mandatario habló el mismo día en qué funcionarios estadounidenses de alto nivel, encabezados por el secretario de
Estado, Antony Blinken, sostenían conversaciones sobre cooperación económica con sus pares locales en Ciudad de México.
La disputa energética estalló en julio, cuando el gobierno estadounidense exigió conversaciones para la resolución de controversias con México, argumentando que un plan de López Obrador para reforzar el control estatal en el mercado era injusto para sus empresas.
En julio, la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) exigió
conversaciones para la resolución de disputas con México, argumentando que un plan de López Obrador para reforzar el control estatal en el mercado energético era injusto para sus empresas y probablemente violaba un acuerdo comercial regional.
El gobernante mexicano, quien ha presentado su política sobre energía como una cuestión de soberanía nacional, respondió entonces de forma desafiante, diciendo que defendería su planteamiento en el desfile militar del Día de la Independencia que se celebrará el próximo viernes.
Sin embargo, el lunes anunció que ya no se referiría al tema en su discurso del 16 de septiembre porque su homólogo
estadounidense, Joe Biden, había respondido positivamente a sus preocupaciones.
“Hay un tono distinto. Hay una actitud de respeto. Mejor dicho, es la reafirmación del respeto a nuestra soberanía”,
señaló en su habitual conferencia de prensa diaria, aludiendo una carta que aseguró haber recibido de Biden.
La queja energética estadounidense, a la que Canadá se sumó de inmediato, es posiblemente la mayor disputa surgida en virtud del acuerdo comercial entre las tres naciones, el TMEC, desde que entró en vigor en 2020.
Si la disputa no se resuelve, podría conducir a la imposición de fuertes aranceles comerciales contra México, aseguran analistas.
REUNIÓN AMISTOSA Y PRODUCTIVA
López Obrador escribió en Twitter que tuvo una reunión “productiva y amistosa” con Blinken y la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.
En una conferencia de prensa conjunta, Raimondo sostuvo que su país y México habían identificado áreas de colaboración en las cadenas de suministro.
“Lo mejor está por venir”, aseveró, agregando que estaba “emocionada” con el progreso que las dos partes habían logrado en una variedad de temas, incluido el refuerzo de la seguridad energética.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo a periodistas que México había sido invitado a participar en los esfuerzos de
Estados Unidos para fortalecer la producción de semiconductores y la electromovilidad en América del Norte.
Ebrard agregó que la disputa energética no era el punto focal de la agenda del lunes y que había ocupado “no más del 5%”
de las conversaciones en el palacio presidencial, sin dar más detalles.
La semana pasada, el funcionario afirmó que la disputa energética no estaba en la agenda de lo que se llama el Diálogo
Económico de Alto Nivel (DEAN) entre Estados Unidos y México.
Blinken y Raimondo fueron recibidos por la mañana en el aeropuerto de Ciudad de México por Ebrard para las conversaciones, que se centraron en semiconductores, telecomunicaciones, equipos médicos, entre otros temas
económicos.
Después de reunirse con los funcionarios estadounidenses, López Obrador dijo en Twitter que tuvo una reunión “productiva y amistosa” con Blinken y la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.
Blinken y el presidente mexicano hablaron sobre los esfuerzos conjuntos para enfrentar el cambio climático al invertir en energía limpia y áreas como vehículos eléctricos, energía solar y producción de semiconductores, dijo el vocero del Departamento de Estado de estadounidense, Ned Price.
Estados Unidos y México cuentan con una de las relaciones comerciales más grandes del mundo, y los funcionarios destacaron que los esfuerzos para modernizar sus economías impulsarían el crecimiento y el empleo.
(Con reporte adicional de Anthony Esposito; edición de Howard Goller y Aurora Ellis; Traducido por Raúl Cortés y Noé Torres)