Un nuevo ataque al oleoducto prolonga parálisis de producción en campos petroleros de Colombia.
El bombeo de petróleo por el oleoducto colombiano Caño Limón-Coveñas completó el martes 12 días suspendido por los ataques con explosivos contra la tubería en el noreste del país, el último de los cuales se registró el lunes, informó Cenit, la filial de Ecopetrol dedicada al transporte de hidrocarburos.
Cenit reportó que el más reciente atentado, el sexto en lo que va del año, fue perpetrado en zona rural del municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá.
Tropas del Ejército desarrollan operaciones de aseguramiento para facilitar el ingreso del personal encargado de la reparación, dijo una fuente de la filial de Ecopetrol.
El bombeo de petróleo por el oleoducto está detenido desde el 16 de marzo, reveló el portavoz de Cenit, quien explicó que la reanudación dependerá de que las Fuerzas Militares aseguren las zonas de los atentados y se concluyan los arreglos.
La filial de Ecopetrol no atribuyó el ataque a ninguna organización, pero según las Fuerzas Militares en la zona tienen presencia guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional y disidencias de las FARC que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en 2016 para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado 450.000 muertos.
Durante 2022 el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 773 kilómetros de longitud y con capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo, fue blanco de 13 ataques, algunos de los cuales provocaron incendios y contaminación de ríos y quebradas, según estadísticas de Cenit.
De inmediato no fue posible establecer el impacto de la parálisis del oleoducto sobre la producción de los campos del departamento de Arauca operados por las empresas SierraCol y Parex.
(Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Nelson Bocanegra)