Daño reputacional y retraso considerables en el sector eléctrico, teniendo todo el potencial, asegura Santamarina y Steta.
Juan Carlos Machorro, socio de Santamarina y Steta experto en energía, listó los daños al Sector eléctrico acumulados de la presente administración, a pesar de que las decisiones del ejecutivo ha venido enfrentando obstáculos en el plano legal institucional al haber trastocado claramente y, desde un inicio, el espíritu y la letra de la reforma energética de segunda generación concebida en la administración anterior (2013-2014).
“Esta administración comenzó con el pie izquierdo al adoptar medidas por demás cuestionables, desde la cancelación de subastas eléctricas de largo plazo, las licitaciones de infraestructura de transmisión, el cambio de reglas en los certificados de energía limpia y los acuerdos de CENACE y la política de confiabilidad de SENER en plena pandemia, hasta la malograda reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y la funesta intentona de reforma constitucional hace exactamente un año”, dijo.
A lo anterior, el especialista señaló una parálisis administrativa en la gestión de trámites a cargo del órgano regulador que no ha tenido parangón en la historia reciente del sector. “Hay que decirlo con todas sus letras, esta falta de gestión administrativa ha causado y continúa causando la destrucción de valor en el sector y daños y perjuicios de los que tarde o temprano alguien habrá de responder” enfatizó.
Juan Carlos Machorro consideró que la política energética llevada a cabo con esta desafortunada serie de medidas del Gobierno Mexicano frente a sus socios comerciales ha topado con una encrucijada en la que el proceso es preocupante, intricado y doloroso. “Seguirá causando daño hasta que la administración actual entienda a cabalidad que a partir de la reforma energética el sector quedó protegido en forma integral y de manera transversal en todos los capítulos aplicables del T-MEC, que incluyen temas de protección a inversiones, empresas del estado, competencia económica, propiedad industrial, medio ambiente y buenas prácticas regulatorias”, explicó.
Lo que está en puerta
Para el experto, estamos claramente en el umbral el establecimiento de un panel que seguramente resultará condenatorio de las medidas adoptadas por este gobierno con las consecuentes sanciones en materia arancelaria, lo cual podría alentar –además- el inicio de acciones de defensa inversionista-Estado. Con ello se daría el riesgo de abrir un boquete más en las finanzas públicas.
“Por lo pronto, ya está hecho un daño reputacional de esta administración que heredará la siguiente. Pero más grave aún, todo esto representa un imperdonable retraso en el avance a la modernidad, la atracción de inversiones y generación de empleos y lo que la realidad y la tendencia internacional marcan claramente como el camino a la sustentabilidad”, subrayó.
¿Adiós al potencial?
Juan Carlos Machorro informó que el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL por sus siglas en inglés) realizó recientemente estudios detallados en la región norteamericana, de los que se desprende que México tiene la capacidad suficiente para satisfacer más de cien veces las necesidades eléctricas totales del país, siempre y cuando acuda a los mecanismos de inversión de la mano del sector privado para hacer de las inversiones una realidad.
“Lamentablemente, las medidas de gobierno para el sector energético y más específicamente el sector de electricidad han llevado a experimentar una dramática disminución de inversión equivalente al 88% entre 2018 y 2021. Mientras tanto, La demanda de electricidad crece por lo menos 3% cada año y en México prácticamente no se otorgan permisos, no se construye infraestructura de transmisión, no se inauguran nuevas plantas y no existen proyectos nuevos de generación.”, concluyó.
Daño reputacional y retraso considerables en el sector eléctrico, teniendo todo el potencial, asegura Santamarina y Steta.
Juan Carlos Machorro, socio de Santamarina y Steta experto en energía, listó los daños al Sector eléctrico acumulados de la presente administración, a pesar de que las decisiones del ejecutivo ha venido enfrentando obstáculos en el plano legal institucional al haber trastocado claramente y, desde un inicio, el espíritu y la letra de la reforma energética de segunda generación concebida en la administración anterior (2013-2014).
“Esta administración comenzó con el pie izquierdo al adoptar medidas por demás cuestionables, desde la cancelación de subastas eléctricas de largo plazo, las licitaciones de infraestructura de transmisión, el cambio de reglas en los certificados de energía limpia y los acuerdos de CENACE y la política de confiabilidad de SENER en plena pandemia, hasta la malograda reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y la funesta intentona de reforma constitucional hace exactamente un año”, dijo.
A lo anterior, el especialista señaló una parálisis administrativa en la gestión de trámites a cargo del órgano regulador que no ha tenido parangón en la historia reciente del sector. “Hay que decirlo con todas sus letras, esta falta de gestión administrativa ha causado y continúa causando la destrucción de valor en el sector y daños y perjuicios de los que tarde o temprano alguien habrá de responder” enfatizó.
Juan Carlos Machorro consideró que la política energética llevada a cabo con esta desafortunada serie de medidas del Gobierno Mexicano frente a sus socios comerciales ha topado con una encrucijada en la que el proceso es preocupante, intricado y doloroso. “Seguirá causando daño hasta que la administración actual entienda a cabalidad que a partir de la reforma energética el sector quedó protegido en forma integral y de manera transversal en todos los capítulos aplicables del T-MEC, que incluyen temas de protección a inversiones, empresas del estado, competencia económica, propiedad industrial, medio ambiente y buenas prácticas regulatorias”, explicó.
Lo que está en puerta
Para el experto, estamos claramente en el umbral el establecimiento de un panel que seguramente resultará condenatorio de las medidas adoptadas por este gobierno con las consecuentes sanciones en materia arancelaria, lo cual podría alentar –además- el inicio de acciones de defensa inversionista-Estado. Con ello se daría el riesgo de abrir un boquete más en las finanzas públicas.
“Por lo pronto, ya está hecho un daño reputacional de esta administración que heredará la siguiente. Pero más grave aún, todo esto representa un imperdonable retraso en el avance a la modernidad, la atracción de inversiones y generación de empleos y lo que la realidad y la tendencia internacional marcan claramente como el camino a la sustentabilidad”, subrayó.
¿Adiós al potencial?
Juan Carlos Machorro informó que el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL por sus siglas en inglés) realizó recientemente estudios detallados en la región norteamericana, de los que se desprende que México tiene la capacidad suficiente para satisfacer más de cien veces las necesidades eléctricas totales del país, siempre y cuando acuda a los mecanismos de inversión de la mano del sector privado para hacer de las inversiones una realidad.
“Lamentablemente, las medidas de gobierno para el sector energético y más específicamente el sector de electricidad han llevado a experimentar una dramática disminución de inversión equivalente al 88% entre 2018 y 2021. Mientras tanto, La demanda de electricidad crece por lo menos 3% cada año y en México prácticamente no se otorgan permisos, no se construye infraestructura de transmisión, no se inauguran nuevas plantas y no existen proyectos nuevos de generación.”, concluyó.