Electrificación de los autobuses del transporte público mitigaría 40.5 mil toneladas de CO2 al año en la CDMX, concluye estudio de EGADE y VEMO.
La EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y VEMO, publicaron un análisis sobre el potencial impacto de la electrificación del transporte público en la Ciudad de México, para estimar la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al reemplazar todos los autobuses de combustión interna por autobuses eléctricos.
El estudio, titulado “Electromovilidad en México: una propuesta de mitigación de emisiones y su impacto en la salud”, concluyó que la electrificación de los autobuses del transporte público lograría mitigar 40.5 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, equivalente a la absorción de CO2 que realizarían 1.9 millones de árboles adultos en el mismo lapso; y 364 toneladas de contaminantes tóxicos, principalmente óxidos de nitrógeno (NOx).
Actualmente es una realidad que las emisiones provenientes del transporte no dejan de incrementarse. Dada la alta dependencia en combustibles fósiles, el transporte representa el 65% de las emisiones de GEI en las ciudades. Respecto a las emisiones de contaminantes que afectan la calidad del aire, el 75% del material particulado 2.5 (PM 2.5) proviene del transporte de carga y autobuses, mientras que, en el caso de los NOx, el transporte es responsable del 88% (Carbon Trust, 2018).
Para estimar la disminución de emisiones del transporte público al utilizar autobuses eléctricos en lugar de los autobuses de combustión interna, el análisis siguió una metodología que contempló el consumo específico de ambas tecnologías y el factor de emisión del sistema eléctrico nacional de México.
De acuerdo con sus autores, el estudio evidencia que, a medida que el mundo persigue la visión de un mercado del transporte descarbonizado y más responsable con el medio ambiente y las personas, la contribución de los vehículos eléctricos sin duda será significativa.
Los vehículos eléctricos impactan: en el cambio climático, al reducir emisiones de GEI; en la economía, por cuidar la productividad y disminuir los costos de salud pública, y en la salud, por la reducción de contaminantes tóxicos.
Considerando toda su vida útil (desde la extracción de materias primas hasta la disposición final) los vehículos eléctricos son una medida de mitigación del cambio climático al tener una menor huella de carbono, particularmente cuando se les da un uso intensivo y recorren grandes cantidades de kilómetros.
La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero aumenta cuando la matriz energética de la región donde se hace la recarga del vehículo tiene una mayor penetración de energías limpias.
La electrificación el transporte público puede ser una pieza clave en la evolución de la industria de los autos eléctricos.
Al respecto, Osmar Zavaleta Vázquez, profesor del Departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE Business School y coautor del estudio, comentó: “Es imprescindible tomar medidas para reducir la contaminación generada por el transporte, con el fin de mejorar la calidad del aire y disminuir las emisiones que contribuyen al calentamiento global en todo el país. No existe una solución única para este problema. Sin embargo, todas las acciones que emprendamos para disminuir la necesidad de desplazamiento en vehículos, ya sean de gasolina o eléctricos, tendrán un impacto positivo en la reducción de las emisiones contaminantes”.
Por su parte, Yolanda Villegas González, directora legal de Cumplimiento y Relaciones Institucionales en VEMO, y también coautora del análisis, destacó: “El cambio climático se aborda desde diferentes perspectivas, especialmente en el ámbito de la movilidad. Hay varias opciones disponibles para promover vehículos eléctricos y su impacto ambiental positivo, así como para reducir costos. Además, se están llevando a cabo esfuerzos conjuntos con empresas y organizaciones que están promoviendo la electromovilidad. Estas acciones buscan alcanzar a un público más amplio y generar impulso para una transición hacia un sistema de transporte limpio y sostenible que satisfaga las necesidades de la población”.