La Amexgas, asegura que en 2019 se registró un fuerte incremento en las actividades delictivas relacionadas con el robo de combustibles a Pemex y se estima que en 2020 el problema continua igual o peor.
La Asociación Mexicana de Gas LP (Amexgas), asegura que en 2019 se registró un fuerte incremento en el robo de gas LP llegando a ser de 58 mil toneladas por mes.
“La industria de Gas L.P. está muy preocupada por la constante presencia del mercado negro del combustible en el país, que se ha convertido en un mal crónico dañando, principalmente, al consumidor final, a la recaudación del SAT y a Pemex. Si este grave problema no se atiende y resuelve adecuadamente, se ocasionaría una afectación social con sus prácticas altamente riesgosas en la extracción ilegal, en el trasiego y venta de producto y sin cumplir con las normas de seguridad básicas que protegen al consumidor final y a la población en general”.
De acuerdo con la asociación, el principal reto que enfrenta actualmente la industria de distribución de Gas L.P. a nivel nacional es el robo de combustibles a Pemex.
Se estima que en 2020 el problema continua igual o peor, debido a que en diversas regiones del país operan grupos delictivos que permanentemente sustraen el gas del ducto principal de la empresa productiva del estado y de algunas de sus refinerías; amenazan a operadores y roban pipas y transportes de empresas privadas; operando una red de distribución clandestina, creando empresas fantasmas, afectando a la población mediante amenazas, extorsiones y secuestros, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y del consumidor final.
De acuerdo a datos proporcionados por la asociación, se calcula que en 2019 la pérdida económica de Pemex por esta actividad alcanzó los 13 mil millones de pesos lo que representa casi el 10% de todo el gas distribuido a nivel nacional, es una cifra muy alta considerando que México es el quinto mayor consumidor de Gas L.P. en el mundo.
Mientras que el número de tomas clandestinas aumentó 900% del 2012 al 2018, y desafortunadamente hoy en día el problema de robo de Gas LP continuará igual. La extracción y distribución ilegal se concentra principalmente en: Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco y Tamaulipas. Para estos Estados, la venta de gas robado representa hasta un 25% de participación de mercado ilegal que desplaza a empresas que generan empleos, pagan impuestos, invierten en infraestructura para garantizar el abasto y cumple con todas las normas de seguridad y protección de los consumidores. Lo más preocupante es que la venta de gas robado se realiza mediante pipas clonadas y estaciones de servicios que no cumplen con las normas de seguridad básicas, con el mantenimiento, ni con la capacitación del personal y seguros de protección al usuario, exponiendo a la población a tener accidentes de muy graves consecuencias.
Hoy en día, estas cifras siguen aumentando, dañando significativamente a la industria, distorsionando el mercado, afectando condiciones de libre competencia y libre concurrencia al mercado, con cierre de rutas de distribución por amenazas, gran cantidad de pipas robadas por la delincuencia, falta de inversiones y pérdida de empleos formales directos e indirectos, asegura la asociación.
Si bien las acciones en contra del robo de hidrocarburos en el 2019, se enfocaron principalmente para tratar de reducir las afectaciones a PEMEX en robo de gasolinas, esto ocasionó que los grupos delictivos migraron hacia el robo de Gas L.P., en donde alcanzan un promedio de 58 mil toneladas mensuales.
A las tomas clandestinas y robo de gas L.P. se suma el creciente robo y posterior clonación de pipas, operación de CEDIS, estaciones y plantas de distribución clandestinas, así como el incremento en amenazas, extorsión y secuestros de personal que labora en las empresas. La cifra de autotanques robados es de más de 400 unidades. Es un problema muy serio porque las empresas formales y sus trabajadores de reparto diario, están continuamente amenazados y se afecta seriamente la distribución y un servicio de calidad, todo esto lamentablemente es en perjuicio del consumidor y de la sociedad en general.
Estos delitos están concentrados en el centro del país, particularmente en Puebla, Veracruz, y Tlaxcala, Estado de México y Ciudad de México, donde el problema y los riesgos que enfrenta la población es cada día mayor.
En opinión de la Amexgas, para atacar la raíz del problema, es preciso un combate integral al robo de combustibles que implica un mayor grado de coordinación entre los tres niveles de Gobierno: Federal, Estatal y Municipal, así como una mayor coordinación entre las autoridades responsables de la Inteligencia, de Seguridad y de impartición de justicia. También es muy importante concientizar a la población del problema y del riesgo al que se exponen al comprar un gas robado.
México es el mercado más grande de gas L.P. en América Latina y el quinto del mundo, con mil 200 plantas de gas. Esta industria realiza un millon de servicios diarios en las que trabajan 200 mil personas directamente y 500 mil indirectas, el abasto diario de este vital producto es fundamental para el desarrollo económico y para la estabilidad social, por lo que consideramos prioritario que se tomen acciones efectivas para garantizar la seguridad de la población y brindar certeza jurídica y respeto al estado de derecho.
“La industria reitera su compromiso adquirido desde hace más de 70 años para trabajar incansablemente en la construcción y consolidación de la infraestructura y brindando un servicio seguro y de calidad, garantizando el abasto oportuno de este vital producto que consume el 80% de los hogares mexicanos”.