Por: Alejandro Baizabal
La energía en nuestro país es uno de los temas que ha acaparado la atención en la agenda pública nacional e internacional, y existe el escenario para el año 2020 de que México se convierta en un país estructuralmente deficitiario de energía, esto ocasionaría graves problemas sociales y económicos, por ello es necesario el avance en la aplicación de programas y proyectos en este sector.
Por increíble que parezca, México llegó a ser el cuarto mayor productor de petróleo en 2002 con casi 3.6 millones de barriles, hoy en día es el onceavo con 1.8 millones de barriles, una debacle preocupante, esperando que pronto se reactive la actividad de exploración y producción en importantes campos.
Los precios del petróleo han tenido un comportamiento radical, en 2008 la mezcla mexicana alcanzaba su mejor momento en $120 dólares por barril, todavía en 2013 se mantenía en los $100 dólares, la caída de los precios fue abrupta, llegando a su punto más bajo en 2016 cotizándose hasta en $23 dólares, motivo por el cual numerosos proyectos dejaron de ser rentables, las empresas comenzaron con recorte de personal y las ciudades petroleras se vieron afectadas; a la par en que sucedía esto, se lanzaba con bombo y platillo una reforma energética muy cuestionada, por sus deficiencias y falta de transparencia.
Si bien es cierto que México necesitaba una reforma para hacer frente a los problemas energéticos, también se requería disminuir la carga fiscal a la empresa petrolera del estado (PEMEX), para darle margen de maniobra y poder competir contra las grandes compañías que hoy entran al mercado mexicano.
Además, se comenzaron a identificar deficiencias alarmantes en el país, teniendo únicamente 3 días de inventario nacional, cuando países como Francia, Estados Unidos, Reino Unido e Italia, tienen por arriba de 25 días. Por ello, se han establecido metas de almacenamiento, para 2020 incrementar a 5 días, para 2022 de 8 a 9 días y para 2025 de 10 a 13 días.
Estos y más detalles comenzaron a identificarse, y aquí es cuando me pregunto – ¿negligencia de las pasadas administraciones? ¿proyectos a modo para proteger los intereses de unos cuantos? – , sea cual sea la razón, el problema ya se tiene y se está comenzando a tomar acciones, al menos eso parece.
Se ha abierto el portafolio energético, es decir, diversificar la matriz para no depender de una sola fuente de energía, y es que, “descubrieron” que nuestro país siempre tuvo fuentes naturales potenciales para generar electricidad. Tenemos una alta cantidad de radiación solar, zonas con grandes corrientes de aire, potencial geotérmico, hídrico y bioenergético, es decir, siempre hemos tenido riqueza pero nunca la hemos potenciado.
Hoy en día que los problemas ambientales y energéticos se han incrementado, nuestro país inteligentemente comienza a dar pasos firmes y fuertes en este sector. Hay que recordar que México es el 12vo país con mayor generación de emisiones de CO2 a nivel mundial y el tercero en el continente americano, cifras que deben seguirnos impulsando en aplicar medidas como sociedad.
México necesita gente joven discutiendo temas de relevancia, con ideas propositivas y aterrizables. Actualmente se realizan eventos, talleres, foros para concientizar a las presentes y futuras generaciones acerca de una cultura sustentable y energéticamente amigable con el ambiente, tal es el caso de la “Feria Estudiantil Energética” que se llevará a cabo el próximo 01 de junio en Veracruz. Debemos tomar acción desde cada trinchera y rincón del país, comenzar desde los estados y municipios, es más, desde las aulas para educar a los pequeños hacia un desarrollo sustentable y cuidado del medio ambiente. Es momento de tomar acciones para motivar y difundir la riqueza natural y humana que habita esta hermosa nación.