El Centro Mario Molina ha llegado a la conclusión de que: a la luz de la experiencia internacional y en virtud de lo avances tecnológicos recientes, hoy en día en México es posible desarrollar el gas y el aceite de lutitas de forma segura y respetuosa con el medio ambiente. Para ello es necesario utilizar las mejores prácticas y tecnologías disponibles y contar con una regulación adecuada y una supervisión rigurosa y eficaz.
La experiencia internacional indica que esta producción sustentable de gas y aceite de lutitas si se planea adecuadamente no conlleva costos adicionales significativos.
Para ello recomienda que la autoridad a cargo de la administración del agua debe elaborar y publicar un plan regional de uso y disponibilidad de agua, en las zonas prospectivas de explotación de hidrocarburos no convencionales.
El centro recomienda que la empresa productora de gas o aceite de lutitas debe elaborar y someter a evaluación de las autoridades, de manera paralela a la solicitud de permisos de operación, un plan de manejo de agua.
El operador debe entregar los datos resultantes de un monitoreo de la calidad del agua proveniente de acuíferos y de aguas superficiales en la zona de desarrollo de sus actividades de producción.
Antes de iniciar la actividad petrolera se debe establecer una línea base ambiental que contenga las características físicas y químicas de acuíferos y aguas superficiales en las áreas prospectivas de explotación de gas y aceite de lutitas.
Los reguladores deben conocer la composición química de los fluidos de fracturamiento que serán utilizados para la estimulación de pozos. La información proporcionada por los operadores al respecto debe contener: volumen total del fluido base y del apuntalante; nombre y fórmula de las sustancias químicas agregadas intencionalmente al fluido base; descripción de la función de las sustancias en el tratamiento de estimulación; concentración de cada una de las sustancias agregadas intencionalmente.
Se deberán utilizar trazadores químicos en los fluidos de fracturamiento para la posible asignación de responsabilidades en el caso de contaminación de los acuíferos.
Además de la creación de una línea base ambiental que involucre datos sobre uso, demanda y calidad del agua, emisiones a la atmósfera y calidad del aire, se debe llevar a cabo una caracterización integral de la región.
El Centro Mario Molina ha llegado a la conclusión de que: a la luz de la experiencia internacional y en virtud de lo avances tecnológicos recientes, hoy en día en México es posible desarrollar el gas y el aceite de lutitas de forma segura y respetuosa con el medio ambiente. Para ello es necesario utilizar las mejores prácticas y tecnologías disponibles y contar con una regulación adecuada y una supervisión rigurosa y eficaz.
La experiencia internacional indica que esta producción sustentable de gas y aceite de lutitas si se planea adecuadamente no conlleva costos adicionales significativos.
Para ello recomienda que la autoridad a cargo de la administración del agua debe elaborar y publicar un plan regional de uso y disponibilidad de agua, en las zonas prospectivas de explotación de hidrocarburos no convencionales.
El centro recomienda que la empresa productora de gas o aceite de lutitas debe elaborar y someter a evaluación de las autoridades, de manera paralela a la solicitud de permisos de operación, un plan de manejo de agua.
El operador debe entregar los datos resultantes de un monitoreo de la calidad del agua proveniente de acuíferos y de aguas superficiales en la zona de desarrollo de sus actividades de producción.
Antes de iniciar la actividad petrolera se debe establecer una línea base ambiental que contenga las características físicas y químicas de acuíferos y aguas superficiales en las áreas prospectivas de explotación de gas y aceite de lutitas.
Los reguladores deben conocer la composición química de los fluidos de fracturamiento que serán utilizados para la estimulación de pozos. La información proporcionada por los operadores al respecto debe contener: volumen total del fluido base y del apuntalante; nombre y fórmula de las sustancias químicas agregadas intencionalmente al fluido base; descripción de la función de las sustancias en el tratamiento de estimulación; concentración de cada una de las sustancias agregadas intencionalmente.
Se deberán utilizar trazadores químicos en los fluidos de fracturamiento para la posible asignación de responsabilidades en el caso de contaminación de los acuíferos.
Además de la creación de una línea base ambiental que involucre datos sobre uso, demanda y calidad del agua, emisiones a la atmósfera y calidad del aire, se debe llevar a cabo una caracterización integral de la región.