Por: Marco Antonio Ríos Rico
Uno de los principales objetivos de la Reforma Energética es mejorar, en todos sus ámbitos, la cadena de valor del sector eléctrico en nuestro país, desde la generación, distribución, almacenaje y venta final. En el tercer panel Nuevas Estrategias de Suministro Eléctrico a partir de fuentes renovables, sus integrantes: Tatiana Romero Castañón, investigadora del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL); Neus Peniche Sala, comisionada del CRE; José Fernández Zayaz, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM; y Julieta Evagengelina Sánchez Cano, investigadora de la Universidad Juárez del estado de Durango, discutieron sobre las oportunidades que tienen las fuentes renovables en el suministro de energía eléctrica en nuestro país.
La transición de un cambio de gobierno trajo consigo una cadena de dudas e incertidumbre para el sector eléctrico. Los ponentes abordaron las opciones que se tiene ahora para la generación de electricidad en el corto, mediano y largo plazo, en donde las energías renovables como la energía solar o el uso de hidroeléctricas resultan opciones competitivas. Entre los participantes existió un panorama de confianza por contar con un marco jurídico que garantiza la participación de nuevos jugadores en el escenario energético, así como el impulso de alternativas confiables para el suministro de electricidad.
Peniche destacó que las políticas públicas en el sector energético quedaron plasmadas en leyes y en la creación de organismos pilares para su implementación y buen desempeño. Un ejemplo es la Ley de la Industria Eléctrica, la cual fija las reglas para los futuros distribuidores en un campo en donde la interconexión será importante para todos los jugadores. Además, la norma permite la emisión de certificados de energías limpias, algo que no existía antes del nuevo modelo. Es así que los usuarios tendrán la posibilidad de acceder a un mejor mercado: “Es una gran oportunidad, un cambio de paradigma”.
Otro de los beneficios que se tienen con el nuevo marco jurídico, añadió, son las subastas eléctricas, las cuales promueven para el país la incorporación de fuentes renovables al sistema eléctrico. “Es un mecanismo eficiente en términos de costos y precios, tienen por objeto, promover las energías renovables a precios eficientes.”
México, abundó, posee una situación geográfica envidiable para aprovechar la energía solar, lo cual es detonante para la inversión al tiempo que la propia industria que genera a su alrededor. Sobre todo, porque han disminuidos los costos de los suministros para el uso de este tipo de tecnologías, como los paneles solares. “Estoy segura que la energía fotovoltaica será una que tendrá un gran boom en el futuro inmediato.”
Un segundo tema que viene acompañado de la generación eléctrica y es de interés dentro del sector, es el almacenamiento de la energía. Al respecto, Romero compartió que el INEEL mantiene una relación estrecha de colaboración con la Secretaria de Energía (Sener) para el intercambio de información a fin de incorporar nuevas tecnologías en esta materia. Con ellas se pretende atender los picos energéticos que afectan tanto al suministro como al usuario final.
De ahí que la Sener haya solicitado al Instituto crear talleres de almacenamiento para convocar a expertos a discutir las tecnologías disponibles que pudiesen desarrollarse en México. El objetivo es que nuestro país logre el liderazgo en almacenamiento de energía, al aprovechar equipos como las baterías de flujo y las celdas de combustible alcalinas. Para lograrlo, se emitió una convocatoria en diciembre pasado para desarrollar este proyecto; estimó que en cinco años estas tecnologías permitirían tener un desarrollo de bajo costo, pues “el mercado requiere de almacenamiento de larga duración”.
Hasta el momento, refirió la investigadora, las opciones que se tienen son las baterías de flujo de membrana de intercambio de protones, las cuales tienen un alto precio. “Se busca con el proyecto desarrollar energías con materiales de bajo costo para crear una cadena de valor a fin de desarrollar tecnología que permita tener un acompañamiento con energías renovables”.
Fernández expuso las bondades de las hidroeléctricas como suministradoras de energía. Aunque reconoció los pormenores que implica este tipo de infraestructura, consideró que son mayores los beneficios. Alrededor de ellas se crean una serie de actividades únicas por ser detonadores económicos en la región; además, la energía producida no genera gases de efecto invernadero.
El investigador de la UNAM reconoció el trabajo del INEEL para hacer frente a los retos en la parte financiera y social, para favorecer la generación de tecnologías y capacidades para producir energía limpia.
Sánchez también se pronunció a favor de las hidroeléctricas, sobre todo, por la incidencia tanto social y política existente en torno a ellas. Sin embargo, se pronunció porque haya en México mayores investigaciones y difusión de las opciones que puede haber en el mercado para el aprovechamiento de la energía eléctrica. De esta forma, aseguró, se tiene una mayor matriz energética posible.
En el surgimiento de nuevas opciones en la materia energética para México, los incentivos económicos y sociales, concluyó la profesora investigadora, son importantes para tener más de una alternativa. Se requiere contar con una planeación estratégica ante el nuevo modelo, en donde nuevos participantes tendrán la oportunidad de crear su propia infraestructura para generar energía eléctrica.
Por: Marco Antonio Ríos Rico
Uno de los principales objetivos de la Reforma Energética es mejorar, en todos sus ámbitos, la cadena de valor del sector eléctrico en nuestro país, desde la generación, distribución, almacenaje y venta final. En el tercer panel Nuevas Estrategias de Suministro Eléctrico a partir de fuentes renovables, sus integrantes: Tatiana Romero Castañón, investigadora del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL); Neus Peniche Sala, comisionada del CRE; José Fernández Zayaz, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM; y Julieta Evagengelina Sánchez Cano, investigadora de la Universidad Juárez del estado de Durango, discutieron sobre las oportunidades que tienen las fuentes renovables en el suministro de energía eléctrica en nuestro país.
La transición de un cambio de gobierno trajo consigo una cadena de dudas e incertidumbre para el sector eléctrico. Los ponentes abordaron las opciones que se tiene ahora para la generación de electricidad en el corto, mediano y largo plazo, en donde las energías renovables como la energía solar o el uso de hidroeléctricas resultan opciones competitivas. Entre los participantes existió un panorama de confianza por contar con un marco jurídico que garantiza la participación de nuevos jugadores en el escenario energético, así como el impulso de alternativas confiables para el suministro de electricidad.
Peniche destacó que las políticas públicas en el sector energético quedaron plasmadas en leyes y en la creación de organismos pilares para su implementación y buen desempeño. Un ejemplo es la Ley de la Industria Eléctrica, la cual fija las reglas para los futuros distribuidores en un campo en donde la interconexión será importante para todos los jugadores. Además, la norma permite la emisión de certificados de energías limpias, algo que no existía antes del nuevo modelo. Es así que los usuarios tendrán la posibilidad de acceder a un mejor mercado: “Es una gran oportunidad, un cambio de paradigma”.
Otro de los beneficios que se tienen con el nuevo marco jurídico, añadió, son las subastas eléctricas, las cuales promueven para el país la incorporación de fuentes renovables al sistema eléctrico. “Es un mecanismo eficiente en términos de costos y precios, tienen por objeto, promover las energías renovables a precios eficientes.”
México, abundó, posee una situación geográfica envidiable para aprovechar la energía solar, lo cual es detonante para la inversión al tiempo que la propia industria que genera a su alrededor. Sobre todo, porque han disminuidos los costos de los suministros para el uso de este tipo de tecnologías, como los paneles solares. “Estoy segura que la energía fotovoltaica será una que tendrá un gran boom en el futuro inmediato.”
Un segundo tema que viene acompañado de la generación eléctrica y es de interés dentro del sector, es el almacenamiento de la energía. Al respecto, Romero compartió que el INEEL mantiene una relación estrecha de colaboración con la Secretaria de Energía (Sener) para el intercambio de información a fin de incorporar nuevas tecnologías en esta materia. Con ellas se pretende atender los picos energéticos que afectan tanto al suministro como al usuario final.
De ahí que la Sener haya solicitado al Instituto crear talleres de almacenamiento para convocar a expertos a discutir las tecnologías disponibles que pudiesen desarrollarse en México. El objetivo es que nuestro país logre el liderazgo en almacenamiento de energía, al aprovechar equipos como las baterías de flujo y las celdas de combustible alcalinas. Para lograrlo, se emitió una convocatoria en diciembre pasado para desarrollar este proyecto; estimó que en cinco años estas tecnologías permitirían tener un desarrollo de bajo costo, pues “el mercado requiere de almacenamiento de larga duración”.
Hasta el momento, refirió la investigadora, las opciones que se tienen son las baterías de flujo de membrana de intercambio de protones, las cuales tienen un alto precio. “Se busca con el proyecto desarrollar energías con materiales de bajo costo para crear una cadena de valor a fin de desarrollar tecnología que permita tener un acompañamiento con energías renovables”.
Fernández expuso las bondades de las hidroeléctricas como suministradoras de energía. Aunque reconoció los pormenores que implica este tipo de infraestructura, consideró que son mayores los beneficios. Alrededor de ellas se crean una serie de actividades únicas por ser detonadores económicos en la región; además, la energía producida no genera gases de efecto invernadero.
El investigador de la UNAM reconoció el trabajo del INEEL para hacer frente a los retos en la parte financiera y social, para favorecer la generación de tecnologías y capacidades para producir energía limpia.
Sánchez también se pronunció a favor de las hidroeléctricas, sobre todo, por la incidencia tanto social y política existente en torno a ellas. Sin embargo, se pronunció porque haya en México mayores investigaciones y difusión de las opciones que puede haber en el mercado para el aprovechamiento de la energía eléctrica. De esta forma, aseguró, se tiene una mayor matriz energética posible.
En el surgimiento de nuevas opciones en la materia energética para México, los incentivos económicos y sociales, concluyó la profesora investigadora, son importantes para tener más de una alternativa. Se requiere contar con una planeación estratégica ante el nuevo modelo, en donde nuevos participantes tendrán la oportunidad de crear su propia infraestructura para generar energía eléctrica.