Un ataque ruso con armas químicas en Ucrania, o un bombardeo intenso de la capital, Kiev, podría ser el detonante de un embargo energético.
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy para debatir la imposición de nuevas sanciones a Rusia, incluida la posibilidad de introducir un embargo de petróleo.
La Unión Europea y sus aliados occidentales, intentan forzar la retirada militar rusa de Ucrania, ya han impuesto una gran cantidad de sanciones que incluyen la congelación de los activos del banco central ruso.
La crisis humanitaria en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde los residentes están asediados sin apenas comida, agua ni electricidad, está aumentando la presión sobre los dirigentes europeos para que endurezcan las sanciones a Moscú.
“Es inevitable que empecemos a hablar del sector energético, y sin duda podemos hablar del petróleo porque es el mayor ingreso del presupuesto ruso”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, al llegar a la reunión de Bruselas.
“No podemos cansarnos de imponer sanciones, no podemos cansarnos de aportar asistencia y ayuda a Ucrania”, dijo.
Hasta ahora, el Kremlin no se ha visto forzado a cambiar de rumbo en Ucrania por las cuatro rondas de sanciones impuestas por la UE en las últimas tres semanas, que incluyen a 685 rusos y bielorrusos y a las finanzas y el comercio rusos.
La quinta ronda de sanciones incluirá la inclusión de más nombres en las listas negras de la UE. Sin embargo, la decisión más difícil desde el punto de vista económico es la de apuntar al petróleo ruso, como han hecho Estados Unidos y Reino Unido, dada la dependencia energética de la UE de 27 países respecto al gas ruso.
Varios diplomáticos dijeron que los países bálticos, incluida Lituania, están presionando para que se imponga un embargo como el próximo paso lógico, mientras que Alemania está advirtiendo que no se debe actuar demasiado rápido ya que los precios de la energía ya son muy altos en Europa.
Los diplomáticos han dicho que un ataque ruso con armas químicas en Ucrania, o un bombardeo intenso de la capital, Kiev, podría ser el detonante de un embargo energético.
Rusia ha advertido que las sanciones de la UE sobre el petróleo ruso podrían llevarle a cerrar un importante gasoducto hacia Europa.
De momento, la UE, que depende de Rusia para el 40% de su gas, siendo Alemania una de las más dependientes de las grandes economías de la UE, está dividida sobre cómo abordar la cuestión energética.
Francia, que encabeza la presidencia semestral de la UE, será probablemente decisiva.
El presidente Emmanuel Macron ha dicho que, si la situación empeora en Ucrania —donde hay miles de muertos, más de 5 millones de desplazados y algunas ciudades devastadas por los bombardeos—, no debe haber “tabúes” en cuanto a las sanciones.
Los ministros de Defensa también debatirán una “brújula estratégica”, lo más parecido a una doctrina militar de la UE, para adaptarse a una nueva realidad geopolítica.