La AIE espera una desaceleración económica a finales del año, pero espera un fuerte repunte en 2023.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) señaló el miércoles que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se detendrá en el cuarto trimestre de este año a medida que se profundice la desaceleración económica, pero que se reanudará con fuerza en 2023.
La perspectiva mantiene una visión relativamente alcista para un crecimiento robusto el próximo año, a pesar de los obstáculos para la economía, basada en la expectativa de que los confinamientos por el COVID en China se aliviarán, mientras que el crecimiento de los viajes aéreos impulsará la demanda de combustible para aviones.
“La demanda mundial de petróleo sigue bajo la presión de la vacilante economía china y de la desaceleración en curso de las economías de la OCDE”, afirmó el organismo de control energético con sede en París en su informe mensual sobre el petróleo.
La AIE recortó su previsión de crecimiento de la demanda para este año en 110 mil barriles diarios (bpd), a 2 millones de bpd, manteniendo su previsión de crecimiento para 2023 en 2.1 millones de bpd.
Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) representaron la mayor parte del aumento de la demanda este año, mientras que los países fuera del grupo, especialmente China, apuntalarán el crecimiento el próximo año, siempre y cuando Pekín relaje sus restricciones para frenar la propagación del COVID.
“Los países no pertenecientes a la OCDE cubrirán tres cuartas partes de las ganancias de 2023 si China se reabre como se espera”, añadió la AIE.
Para contrarrestar el impacto de la economía en la demanda, el cambio de gas a petróleo para la generación de energía proporcionará un impulso de 700 mil bpd en el último trimestre de este año y el primero del próximo, especialmente en Europa y Oriente Medio.
En tanto, las exportaciones rusas de petróleo se verán afectadas por la prohibición de los servicios marítimos que las transportan impuesta por la Unión Europea el 5 de diciembre.
La prohibición hará que la producción rusa de petróleo se reduzca a 9.5 millones de bpd en febrero del año que viene, según la AIE, lo que supone un descenso de 1.9 millones de bpd respecto a febrero de 2022. Un plan de los países del G7 para limitar los precios de venta del petróleo ruso y no prohibir el comercio puede aliviar esas pérdidas.
(Reporte de Noah Browning; Editado en Español por Ricardo Figueroa)