La magnitud del último brote chino de COVID y las dudas sobre los datos oficiales llevaron a algunos países a promulgar nuevas normas de viaje para los visitantes chinos.
Los precios del petróleo caían más de un 2% el jueves, ya que el aumento de los casos de COVID-19 en China atenuaba las esperanzas de una recuperación de la demanda de combustible para el mayor importador mundial de crudo.
Los futuros del crudo Brent para febrero caían 1.67 dólares, o un 2.01%, a 81.59 dólares el barril a las 09:53 GMT. El contrato más activo para marzo perdía un 1.79% a 82.49 dólares por barril.
Los futuros del petróleo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) caían 1.62 dólares, o un 2.05%, a 77.34 dólares el barril.
La magnitud del último brote chino de COVID y las dudas sobre los datos oficiales llevaron a algunos países a promulgar nuevas normas de viaje para los visitantes chinos, incluso cuando China empezó a desmantelar el régimen de confinamientos y pruebas de COVID más estricto del mundo.
Los mercados del petróleo también se vieron sacudidos por las expectativas de una nueva subida de las tasas de interés en Estados Unidos, en un momento en que la Reserva Federal intenta limitar la subida de los precios en un mercado laboral ajustado.
Los inventarios de crudo en Estados Unidos cayeron menos de lo esperado, en unos 1.3 millones de barriles, en la semana finalizada el 23 de diciembre, según fuentes del mercado que citaron cifras del Instituto Americano del Petróleo.
El gobierno estadounidense publicará sus cifras semanales el jueves a las 10:30 hora del este (1530 GMT).
Los mercados, sin embargo, recibieron cierto apoyo de la prohibición impuesta por el presidente ruso, Vladimir Putin, de exportar crudo y productos petrolíferos a partir del 1 de febrero y durante cinco meses a las naciones que acaten un tope de precios impuesto por Occidente.
Alemania afirmó que la prohibición no tiene “ninguna importancia práctica”, ya que el país lleva trabajando desde la primavera sustituir los suministros de petróleo ruso y garantizar la seguridad del abastecimiento.
El operador ruso de oleoductos Transneft declaró que la kazaja KazTransOil había solicitado una capacidad adicional de 1,2 millones de toneladas en el oleoducto Druzhba para 2023 con el fin de facilitar envíos extra de petróleo a Alemania, informó la agencia de noticias RIA Novosti.
(Reporte adicional de Jeslyn Lerh en Singapur; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
La magnitud del último brote chino de COVID y las dudas sobre los datos oficiales llevaron a algunos países a promulgar nuevas normas de viaje para los visitantes chinos.
Los precios del petróleo caían más de un 2% el jueves, ya que el aumento de los casos de COVID-19 en China atenuaba las esperanzas de una recuperación de la demanda de combustible para el mayor importador mundial de crudo.
Los futuros del crudo Brent para febrero caían 1.67 dólares, o un 2.01%, a 81.59 dólares el barril a las 09:53 GMT. El contrato más activo para marzo perdía un 1.79% a 82.49 dólares por barril.
Los futuros del petróleo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) caían 1.62 dólares, o un 2.05%, a 77.34 dólares el barril.
La magnitud del último brote chino de COVID y las dudas sobre los datos oficiales llevaron a algunos países a promulgar nuevas normas de viaje para los visitantes chinos, incluso cuando China empezó a desmantelar el régimen de confinamientos y pruebas de COVID más estricto del mundo.
Los mercados del petróleo también se vieron sacudidos por las expectativas de una nueva subida de las tasas de interés en Estados Unidos, en un momento en que la Reserva Federal intenta limitar la subida de los precios en un mercado laboral ajustado.
Los inventarios de crudo en Estados Unidos cayeron menos de lo esperado, en unos 1.3 millones de barriles, en la semana finalizada el 23 de diciembre, según fuentes del mercado que citaron cifras del Instituto Americano del Petróleo.
El gobierno estadounidense publicará sus cifras semanales el jueves a las 10:30 hora del este (1530 GMT).
Los mercados, sin embargo, recibieron cierto apoyo de la prohibición impuesta por el presidente ruso, Vladimir Putin, de exportar crudo y productos petrolíferos a partir del 1 de febrero y durante cinco meses a las naciones que acaten un tope de precios impuesto por Occidente.
Alemania afirmó que la prohibición no tiene “ninguna importancia práctica”, ya que el país lleva trabajando desde la primavera sustituir los suministros de petróleo ruso y garantizar la seguridad del abastecimiento.
El operador ruso de oleoductos Transneft declaró que la kazaja KazTransOil había solicitado una capacidad adicional de 1,2 millones de toneladas en el oleoducto Druzhba para 2023 con el fin de facilitar envíos extra de petróleo a Alemania, informó la agencia de noticias RIA Novosti.
(Reporte adicional de Jeslyn Lerh en Singapur; Editado en Español por Ricardo Figueroa)