Los dos fondos de inversión tienen inversiones en parques eólicos en México.
Los fondos de inversión de capital canadiense, Caisse de dépôt et placement du Québec y CDP Groupe Infrastructures Inc, han iniciado un proceso de arbitraje contra México ante la Secretaría del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI).
La acción legal, registrada el 15 de diciembre, se basa en la política energética de la actual administración federal mexicana e invoca el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), al cual México está adherido.
El conflicto se centra específicamente en el sector energético, especialmente en lo que respecta a la generación de energía renovable. Los fondos de inversión tienen inversiones en parques solares y eólicos de Enel Green, y la disputa refleja tensiones relacionadas con la preferencia del gobierno mexicano por la generación de energía a través de la empresa estatal en comparación con la producción de empresas privadas y fuentes renovables.
Este caso se suma a otros arbitrajes en los que México se encuentra actualmente, con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrentando diversos casos por diferentes motivos. La disputa reciente destaca las preocupaciones de los inversores extranjeros sobre las decisiones y políticas del gobierno mexicano en el sector energético.
La posición del gobierno mexicano, expresada por la CFE y la Secretaría de Energía (Sener), ha señalado que no se oponen a la energía renovable en sí, sino que cuestionan la intermitencia de la producción, destacando la dependencia de factores como el viento en la energía eólica y la radiación solar en la solar.
Esta nueva disputa legal refleja la complejidad y las tensiones en el panorama energético de México, donde los cambios de políticas gubernamentales han generado inquietudes y desafíos para los inversionistas extranjeros en el sector, tras la llega de AMLO al poder.
El proceso de arbitraje a través del CIADI podría tener implicaciones significativas y marcar un hito en la relación entre México y los inversionistas internacionales en materia de energía, en el marco del TMEC.
Los dos fondos de inversión tienen inversiones en parques eólicos en México.
Los fondos de inversión de capital canadiense, Caisse de dépôt et placement du Québec y CDP Groupe Infrastructures Inc, han iniciado un proceso de arbitraje contra México ante la Secretaría del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI).
La acción legal, registrada el 15 de diciembre, se basa en la política energética de la actual administración federal mexicana e invoca el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), al cual México está adherido.
El conflicto se centra específicamente en el sector energético, especialmente en lo que respecta a la generación de energía renovable. Los fondos de inversión tienen inversiones en parques solares y eólicos de Enel Green, y la disputa refleja tensiones relacionadas con la preferencia del gobierno mexicano por la generación de energía a través de la empresa estatal en comparación con la producción de empresas privadas y fuentes renovables.
Este caso se suma a otros arbitrajes en los que México se encuentra actualmente, con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrentando diversos casos por diferentes motivos. La disputa reciente destaca las preocupaciones de los inversores extranjeros sobre las decisiones y políticas del gobierno mexicano en el sector energético.
La posición del gobierno mexicano, expresada por la CFE y la Secretaría de Energía (Sener), ha señalado que no se oponen a la energía renovable en sí, sino que cuestionan la intermitencia de la producción, destacando la dependencia de factores como el viento en la energía eólica y la radiación solar en la solar.
Esta nueva disputa legal refleja la complejidad y las tensiones en el panorama energético de México, donde los cambios de políticas gubernamentales han generado inquietudes y desafíos para los inversionistas extranjeros en el sector, tras la llega de AMLO al poder.
El proceso de arbitraje a través del CIADI podría tener implicaciones significativas y marcar un hito en la relación entre México y los inversionistas internacionales en materia de energía, en el marco del TMEC.