Petróleos Mexicanos (Pemex) instaló hoy en la refinería Miguel Hidalgo de Tula, la torre fraccionadora de la planta de coque, que forma parte de la reconfiguración de la refinería para incrementar la producción de gasolinas, diesel y turbosina. El desarrollo total del proyecto representa una inversión aproximada de 4 mil 600 millones de dólares.
Al encabezar el evento, el Presidente Enrique Peña Nieto señaló que con la Reforma Energética, Pemex se está modernizando para ser una empresa más productiva y eficiente, a la altura de las grandes petroleras del mundo. La exigencia que tiene Pemex, apuntó, es mayor a la de otras empresas del sector pero gracias a la entrega y compromiso de sus trabajadores está en la ruta de aumentar su producción.
En este sentido, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, precisó que la empresa incrementará el próximo año su producción de petróleo, por primera vez desde 2004. Petróleos Mexicanos, enfatizó, está aprovechando las ventajas de la Reforma Energética, impulsando alianzas en todas las líneas de negocio para lograr el objetivo de una mayor rentabilidad.
Mencionó que en materia de transformación industrial, la estrategia se basa en aumentar el presupuesto de mantenimiento, modernizar las plantas y generar asociaciones.
A su vez, el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, indicó que vivimos tiempos de retos, donde la competencia es una realidad y la exigencia de mejoría en el desempeño es impostergable. “Los trabajadores petroleros, conscientes del nuevo escenario, van a cumplir su compromiso con el país y a contribuir al óptimo desempeño de Pemex”.
El proyecto en Tula generará productos de mayor valor
La modernización de la refinería de Tula permitirá aumentar el rendimiento en más de 40 por ciento, al pasar la producción de productos refinados de 154 mil barriles al día a 220 mil barriles, lo que generará productos de mayor valor en el mercado.
De manera específica, se convertirán 74 mil barriles diarios (Mbd) de combustóleo pesado en 48 Mbd de gasolina UBA (ultra bajo azufre), 44 Mbd de diesel UBA y 5 Mbd de turbosina, Adicionalmente se generarán 3 mil toneladas diarias de coque del petróleo que podrán emplearse en los hornos cementeros de la región.
La conclusión del resto del proyecto permitirá procesar a mediano plazo 340 Mbd de crudo, incrementando la producción de gasolina UBA en 59 Mbd, y de diesel UBA en 31 Mbd. Asimismo, se producirán mil cuatrocientas toneladas adicionales diarias de coque.
El proyecto se realiza en dos etapas: la primera incluye la construcción y puesta en servicio de la Planta de Coquización Retardada y las instalaciones necesarias para su operación, la cual se tiene previsto concluir en 2020. La segunda contempla el resto de las instalaciones nuevas, la modernización de instalaciones y su integración; su entrada en operación se tiene programada para 2022.
Como parte del proyecto se realizó el traslado de los seis tambores de coquización y la torre fraccionadora de la Planta de Coquización Retardada, cuya construcción inició en noviembre de 2014. Fabricada en Bilbao España, mide 70 metros de largo, 11 metros de diámetro y pesa mil toneladas, por lo que se trasladó en dos secciones; la superior con una largo de 40 metros y la inferior de 30 metros.
Estos equipos llegaron por barco al puerto de Altamira en Tamaulipas, iniciándose su traslado de 958 kilómetros hacia Tula, en remolques modulares autopropulsados a una velocidad promedio de desplazamiento de 5 km/h.
Para su traslado se evaluaron cinco rutas, seleccionándose el trayecto vía Ciudad Victoria-San Luis Potosí-Guanajuato-Querétaro-Palmillas-Atlacomulco-Tula, que cubrió seis estados de la República.