Industriales mexicanos, principalmente de la acería, manufacturas y de la construcción, se mantienen alerta ante los indicadores que anticipan el aumento en el precio de la chatarra ferrosa y otros insumos para su producción como la luz, los combustibles y los electrodos de grafito durante el mes de enero, derivado principalmente de la dinámica en el mercado del extranjero y las medidas fiscales de países como Estados Unidos o China.
Diversos organismos anticipan una mayor tensión comercial así como la necesidad de fortalecer el mercado interno mexicano.
• Precio en aumento. De acuerdo con American Metal Market, se prevé que para inicios de este año, el mercado de chatarra ferrosa tenga un repunte similar al de diciembre de 2017, con aumentos de entre los $15 y los $20 dólares por tonelada bruta en los grados primarios y $30 en grados secundarios en Estados Unidos, y que podrían ser una desventaja para países como México por ser importadores de este insumo.
• Proteccionismo. Derivado de esta situación, se anticipan otros incrementos en el precio de productos como la varilla corrugada de $500 a $600 dólares por tonelada en Estados Unidos, que podría ir en aumento de acuerdo al costo de la chatarra y la imposición arancelaria a productos acereros promovida por el gobierno de Donald Trump como defensa comercial para combatir el dumping, pero que puede afectar a sus socios comerciales.
• Dependencia de insumos. Como ha alertado el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), México apostó por la globalización y la apertura comercial, pero en la práctica, el país carece de apoyos, políticas industriales o fiscales que construyan mejores condiciones para las empresas nacionales, generando una profunda dependencia hacia los insumos de otros países.
Entre enero de 2016 y agosto de 2017, el índice de precios del coque creció en el 158.7%; el incremento del precio de la chatarra avanzó el 60.6% y el mineral de hierro en el 81.6%.
Otro insumo que se ha encarecido – en parte por un aumento de demanda y porque China es uno de los principales productores de este insumo y puede fijar precios – es el de electrodos de grafito. Se calcula que durante 2017, los precios de los electrodos -utilizados para la transmisión de corriente de energía por el horno eléctrico y fundir la chatarra- en el mercado internacional se dispararon hasta nueve veces de su valor, y ha impactado negativamente al mercado.
• Tensión en el exterior: Las políticas económicas y los subsidios estatales de China han permitido al país competir con precios por debajo de los costos de producción además de generar condiciones insostenibles en el mercado, pues tiene un exceso de capacidad productiva de aproximadamente 460 millones de toneladas, según cifras de Alacero, lo que equivale a casi siete veces el consumo de acero en toda la región de América Latina.
• Bajo crecimiento. Uno de los sectores que podría resentir más estos cambios es de la construcción debido al bajo desempeño mostrado en los últimos tres años. Luego de un complicado 2017, con una caída en el crecimiento de -0.3 a 1 % según datos del INEGI, esta actividad económica enfrentará un panorama adverso debido al recorte en inversiones de obra pública y la volatilidad en los costos de insumos a nivel mundial.
Industriales mexicanos, principalmente de la acería, manufacturas y de la construcción, se mantienen alerta ante los indicadores que anticipan el aumento en el precio de la chatarra ferrosa y otros insumos para su producción como la luz, los combustibles y los electrodos de grafito durante el mes de enero, derivado principalmente de la dinámica en el mercado del extranjero y las medidas fiscales de países como Estados Unidos o China.
Diversos organismos anticipan una mayor tensión comercial así como la necesidad de fortalecer el mercado interno mexicano.
• Precio en aumento. De acuerdo con American Metal Market, se prevé que para inicios de este año, el mercado de chatarra ferrosa tenga un repunte similar al de diciembre de 2017, con aumentos de entre los $15 y los $20 dólares por tonelada bruta en los grados primarios y $30 en grados secundarios en Estados Unidos, y que podrían ser una desventaja para países como México por ser importadores de este insumo.
• Proteccionismo. Derivado de esta situación, se anticipan otros incrementos en el precio de productos como la varilla corrugada de $500 a $600 dólares por tonelada en Estados Unidos, que podría ir en aumento de acuerdo al costo de la chatarra y la imposición arancelaria a productos acereros promovida por el gobierno de Donald Trump como defensa comercial para combatir el dumping, pero que puede afectar a sus socios comerciales.
• Dependencia de insumos. Como ha alertado el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), México apostó por la globalización y la apertura comercial, pero en la práctica, el país carece de apoyos, políticas industriales o fiscales que construyan mejores condiciones para las empresas nacionales, generando una profunda dependencia hacia los insumos de otros países.
Entre enero de 2016 y agosto de 2017, el índice de precios del coque creció en el 158.7%; el incremento del precio de la chatarra avanzó el 60.6% y el mineral de hierro en el 81.6%.
Otro insumo que se ha encarecido – en parte por un aumento de demanda y porque China es uno de los principales productores de este insumo y puede fijar precios – es el de electrodos de grafito. Se calcula que durante 2017, los precios de los electrodos -utilizados para la transmisión de corriente de energía por el horno eléctrico y fundir la chatarra- en el mercado internacional se dispararon hasta nueve veces de su valor, y ha impactado negativamente al mercado.
• Tensión en el exterior: Las políticas económicas y los subsidios estatales de China han permitido al país competir con precios por debajo de los costos de producción además de generar condiciones insostenibles en el mercado, pues tiene un exceso de capacidad productiva de aproximadamente 460 millones de toneladas, según cifras de Alacero, lo que equivale a casi siete veces el consumo de acero en toda la región de América Latina.
• Bajo crecimiento. Uno de los sectores que podría resentir más estos cambios es de la construcción debido al bajo desempeño mostrado en los últimos tres años. Luego de un complicado 2017, con una caída en el crecimiento de -0.3 a 1 % según datos del INEGI, esta actividad económica enfrentará un panorama adverso debido al recorte en inversiones de obra pública y la volatilidad en los costos de insumos a nivel mundial.