Pemex registró una pérdida contable en 2019 de 348 mil millones de pesos, informó la ASF.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que, durante el 2019, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida contable de 348 mil millones de pesos.
La ASF aseguró que la nueva administración hizo que la empresa productiva del estado no fuera rentable y no generará valor económico para el estado, además de presentar una alta probabilidad de quiebra técnica.
El documento presentado el viernes por la noche asegura que “Las medidas llevadas a cabo por Pemex, en ese año, fueron insuficientes para dar una respuesta efectiva a los riesgos financieros, de crédito y operativos a los que se encontró expuesta la empresa, los cuales se siguieron materializando, ya que: a) no generó valor económico agregado ni rentabilidad en su operación; b) se continuó degradando su calificación crediticia, y c) se redujeron las reservas de hidrocarburos (petróleo y gas), la extracción y producción de éstos, así como el procesamiento de petrolíferos, gas natural seco, petroquímicos y fertilizantes”.
Además, la auditoría observó que en 2019, no se logró avanzar en la mejora de la situación operativa y financiera de Pemex.
Sobre la gestión de Octavio Romero al frente de la petrolera nacional, la ASF sentenció que “no logró avanzar en la mejora de su situación operativa y financiera, además de demostrar profundas deficiencias en su gestión así como mostrar persistentes problemas operativos y financieros.
En este sentido, se observó que no se logró revertir la caída en la extracción de petróleo y gas, no de las reservas de la empresa.
Sobre el robo de combustible, la ASF asegura que no se pudo erradicar como asegura la empresa, ya que se detectaron que fueron extraídos en ese periodo de tiempo 2.2 millones de barriles de gasolina y 123 toneladas de gas LP, lo que se traduce en una pérdida económica de 4 mil 334 millones de pesos.
Por último, la ASF, evidenció que no existe un perfil de idoneidad para seleccionar a las personas que ocupen asientos en el Consejo de Administración, y que Pemex no aplica un proceso de “debida diligencia” en sus procesos de contratación, dejando abiertos ciertos espacios para la corrupción.
Pemex registró una pérdida contable en 2019 de 348 mil millones de pesos, informó la ASF.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que, durante el 2019, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida contable de 348 mil millones de pesos.
La ASF aseguró que la nueva administración hizo que la empresa productiva del estado no fuera rentable y no generará valor económico para el estado, además de presentar una alta probabilidad de quiebra técnica.
El documento presentado el viernes por la noche asegura que “Las medidas llevadas a cabo por Pemex, en ese año, fueron insuficientes para dar una respuesta efectiva a los riesgos financieros, de crédito y operativos a los que se encontró expuesta la empresa, los cuales se siguieron materializando, ya que: a) no generó valor económico agregado ni rentabilidad en su operación; b) se continuó degradando su calificación crediticia, y c) se redujeron las reservas de hidrocarburos (petróleo y gas), la extracción y producción de éstos, así como el procesamiento de petrolíferos, gas natural seco, petroquímicos y fertilizantes”.
Además, la auditoría observó que en 2019, no se logró avanzar en la mejora de la situación operativa y financiera de Pemex.
Sobre la gestión de Octavio Romero al frente de la petrolera nacional, la ASF sentenció que “no logró avanzar en la mejora de su situación operativa y financiera, además de demostrar profundas deficiencias en su gestión así como mostrar persistentes problemas operativos y financieros.
En este sentido, se observó que no se logró revertir la caída en la extracción de petróleo y gas, no de las reservas de la empresa.
Sobre el robo de combustible, la ASF asegura que no se pudo erradicar como asegura la empresa, ya que se detectaron que fueron extraídos en ese periodo de tiempo 2.2 millones de barriles de gasolina y 123 toneladas de gas LP, lo que se traduce en una pérdida económica de 4 mil 334 millones de pesos.
Por último, la ASF, evidenció que no existe un perfil de idoneidad para seleccionar a las personas que ocupen asientos en el Consejo de Administración, y que Pemex no aplica un proceso de “debida diligencia” en sus procesos de contratación, dejando abiertos ciertos espacios para la corrupción.