Estados Unidos ayudará a Europa a dejar su dependencia del gas natural de Rusia.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió este viernes ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a hacer todo lo posible para aumentar en 66% las exportaciones de gas natural licuado (GNL) a la Unión Europea (UE).
El apoyo norteamericano forma parte de los esfuerzos para que la UE deje la dependencia de los hidrocarburos rusos.
Así lo han explicado ambos mandatarios en una rueda de prensa conjunta que coincide con la segunda jornada de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del bloque, en la que los miembros de la UE debatirán sobre la creación de reservas de gas y sobre el menú de opciones preparado por Bruselas para reducir los precios de la electricidad.
Estados Unidos y UE “van a trabajar para reducir su dependencia del gas, y punto”, y desplegar más plantas de generación renovable e invertir en nuevas tecnologías como el hidrógeno verde, dijo el presidente Biden.
“Esta guerra será un fracaso estratégico para Putin”, subrayó, por su parte, la jefa del Ejecutivo comunitario, quien destacó que Bruselas desea “diversificar” su suministro de gas a través de proveedores mundiales que son “amigos y fiables”.
En concreto, Washington quiere enviar al año 15 miles de millones de metros cúbicos más a la Unión Europea, lo que supondría elevar la cantidad total anual hasta los 37 mil millones de metros cúbicos del energético, mientras que Estados Unidos envió en el año pasado 22.2 mil millones de metros cúbicos de gas natural a Europa.
El plan de la UE para sustituir en 2022 ese gas pasa por incrementar en 50 mil millones de metros cúbicos las importaciones de GNL tanto de Estados Unidos como de Qatar, Egipto o Nigeria, y otros 10 mil millones por gasoductos de Azerbaiyán, Argelia y Noruega.