Existen dudas de la capacidad del equipo negociador de México ante los socios del TMEC.
Juan Carlos Machorro socio a cargo de la práctica transaccional de la firma Santamarina y Steta, confió desde luego en las capacidades y la experiencia del equipo negociador del gobierno mexicano, pero destacó la importancia de que éste se enfoque en atender las demandas que sus socios comerciales de TMEC a la luz de los compromisos que están claramente delineados en forma trasversal en el contenido del tratado.
“Se trata de lograr buenas negociaciones ante negociadores sumamente experimentados de los EU y Canadá. Nuestro equipo también es experimentado pero debemos permitirle enfocarse con seriedad y sensatez en los compromisos asumidos por el Estado Mexicano dejando de lado la retórica ideológica, aun cuando ello signifique asumir compromisos de enderezar el rumbo”, dijo.
El experto añadió que está en juego el prestigio del país de honrar sus compromisos y que es factible lograr acuerdos efectivos, en beneficio del empleo, las inversiones y el desarrollo del país.
“Sería verdaderamente lamentable recurrir a narrativas ideológicas que nada tienen que ver con el asunto que se discute; los compromisos del Estado Mexicano pasan por el piso parejo a empresas privadas y estatales, por el tema de “neutralidad competitiva” y claramente dejaron atrás la existencia (y la defensa) de monopolios estatales; pretender defender monopolios estatales no es defender la soberanía del país, todo lo contrario”.
Machorro comentó acerca de los cuatro puntos puestos sobre la mesa por el gobierno de los Estados Unidos:
1.- El orden de despacho que privilegia a plantas de la CFE, que aun cuando en teoría se encuentra suspendido como parte de las reformas a la ley, es un tema en el que no hay señales de claudicación por parte del gobierno mexicano.
2. El silencio y la parálisis de trámites en órganos reguladores; ¿será factible revertir esta situación en el corto plazo si existiera voluntad de hacerlo?, recordemos que las capacidades y los recursos humanos y presupuestales han sufrido una merma muy considerable.
3. La utilización de infraestructura de transporte condicionada a la compra de gas a las empresas del Estado. Claramente violatorio de principios en materia de competencia, entre otros, ya comentado ampliamente por COFECE en nuestro país.
4.- Trato preferencial a PEMEX TRI en el tema de octanaje en combustibles, ¿será factible revertirlo?
Juan Carlos Machorro finalizó comentando que la soberanía y la seguridad energéticas pasan por la capacidad de gestionar y entregar energía asequible, limpia y competitiva a los mexicanos, y de ninguna manera en defender prácticas monopólicas que se han caracterizado en el sector por ser caras, sucias e ineficientes.
Existen dudas de la capacidad del equipo negociador de México ante los socios del TMEC.
Juan Carlos Machorro socio a cargo de la práctica transaccional de la firma Santamarina y Steta, confió desde luego en las capacidades y la experiencia del equipo negociador del gobierno mexicano, pero destacó la importancia de que éste se enfoque en atender las demandas que sus socios comerciales de TMEC a la luz de los compromisos que están claramente delineados en forma trasversal en el contenido del tratado.
“Se trata de lograr buenas negociaciones ante negociadores sumamente experimentados de los EU y Canadá. Nuestro equipo también es experimentado pero debemos permitirle enfocarse con seriedad y sensatez en los compromisos asumidos por el Estado Mexicano dejando de lado la retórica ideológica, aun cuando ello signifique asumir compromisos de enderezar el rumbo”, dijo.
El experto añadió que está en juego el prestigio del país de honrar sus compromisos y que es factible lograr acuerdos efectivos, en beneficio del empleo, las inversiones y el desarrollo del país.
“Sería verdaderamente lamentable recurrir a narrativas ideológicas que nada tienen que ver con el asunto que se discute; los compromisos del Estado Mexicano pasan por el piso parejo a empresas privadas y estatales, por el tema de “neutralidad competitiva” y claramente dejaron atrás la existencia (y la defensa) de monopolios estatales; pretender defender monopolios estatales no es defender la soberanía del país, todo lo contrario”.
Machorro comentó acerca de los cuatro puntos puestos sobre la mesa por el gobierno de los Estados Unidos:
1.- El orden de despacho que privilegia a plantas de la CFE, que aun cuando en teoría se encuentra suspendido como parte de las reformas a la ley, es un tema en el que no hay señales de claudicación por parte del gobierno mexicano.
2. El silencio y la parálisis de trámites en órganos reguladores; ¿será factible revertir esta situación en el corto plazo si existiera voluntad de hacerlo?, recordemos que las capacidades y los recursos humanos y presupuestales han sufrido una merma muy considerable.
3. La utilización de infraestructura de transporte condicionada a la compra de gas a las empresas del Estado. Claramente violatorio de principios en materia de competencia, entre otros, ya comentado ampliamente por COFECE en nuestro país.
4.- Trato preferencial a PEMEX TRI en el tema de octanaje en combustibles, ¿será factible revertirlo?
Juan Carlos Machorro finalizó comentando que la soberanía y la seguridad energéticas pasan por la capacidad de gestionar y entregar energía asequible, limpia y competitiva a los mexicanos, y de ninguna manera en defender prácticas monopólicas que se han caracterizado en el sector por ser caras, sucias e ineficientes.