Petróleo tocó mínimos de 2022 el miércoles, borrando todas las ganancias logradas después de que la invasión rusa de Ucrania.
El petróleo subía el jueves tras cuatro sesiones a la baja, impulsado por la esperanza de que la relajación de las medidas contra el COVID en China reavive la demanda e indicios de que algunos petroleros que transportan crudo ruso sufrieron retrasos tras la entrada en vigor de un tope de precios del G7.
China anunció el miércoles los cambios más radicales a su estricto régimen anti-COVID desde que comenzó la pandemia, mientras que al menos 20 petroleros sufrieron retrasos en su travesía hacia el Mediterráneo desde los puertos rusos del Mar Negro.
A las 10:49 GMT, el crudo Brent subía 56 centavos, o un 0.7%, a 77.72 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) ganaba 63 centavos, o un 0.87%, a 72.64 dólares.
Naeem Aslam, analista de Avatrade, dijo que “los precios están sobrevendidos debido a la intensa liquidación de los últimos días. Sin embargo, la acción de los precios aún no muestra un fuerte sesgo alcista”.
Tanto el Brent como el WTI tocaron mínimos de 2022 el miércoles, borrando todas las ganancias logradas después de que la invasión rusa de Ucrania exacerbó la peor crisis mundial de suministro energético en décadas e impulsó al petróleo cerca de su máximo histórico de 147 dólares.
Funcionarios occidentales estaban en conversaciones con sus homólogos turcos para resolver las colas de los petroleros, dijo el miércoles un funcionario del Tesoro británico, después de que el G7 y la Unión Europea pusieron en marcha el 5 de diciembre nuevas restricciones a las exportaciones de petróleo ruso.
Las colas sugieren que “el suministro disponible desde el Mar Negro ya se ha visto afectado por la medida punitiva”, dijo Tamas Varga, de la correduría PVM. “En un clima económico sano, un acontecimiento así equivaldría a dar el pistoletazo de salida en la carrera de vuelta a los 100 dólares”.
(Reporte de Jeslyn Lerh en Singapur; reporte adicional de Laila Kearney en Nueva York; editado en español por Carlos Serrano)
Petróleo tocó mínimos de 2022 el miércoles, borrando todas las ganancias logradas después de que la invasión rusa de Ucrania.
El petróleo subía el jueves tras cuatro sesiones a la baja, impulsado por la esperanza de que la relajación de las medidas contra el COVID en China reavive la demanda e indicios de que algunos petroleros que transportan crudo ruso sufrieron retrasos tras la entrada en vigor de un tope de precios del G7.
China anunció el miércoles los cambios más radicales a su estricto régimen anti-COVID desde que comenzó la pandemia, mientras que al menos 20 petroleros sufrieron retrasos en su travesía hacia el Mediterráneo desde los puertos rusos del Mar Negro.
A las 10:49 GMT, el crudo Brent subía 56 centavos, o un 0.7%, a 77.72 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) ganaba 63 centavos, o un 0.87%, a 72.64 dólares.
Naeem Aslam, analista de Avatrade, dijo que “los precios están sobrevendidos debido a la intensa liquidación de los últimos días. Sin embargo, la acción de los precios aún no muestra un fuerte sesgo alcista”.
Tanto el Brent como el WTI tocaron mínimos de 2022 el miércoles, borrando todas las ganancias logradas después de que la invasión rusa de Ucrania exacerbó la peor crisis mundial de suministro energético en décadas e impulsó al petróleo cerca de su máximo histórico de 147 dólares.
Funcionarios occidentales estaban en conversaciones con sus homólogos turcos para resolver las colas de los petroleros, dijo el miércoles un funcionario del Tesoro británico, después de que el G7 y la Unión Europea pusieron en marcha el 5 de diciembre nuevas restricciones a las exportaciones de petróleo ruso.
Las colas sugieren que “el suministro disponible desde el Mar Negro ya se ha visto afectado por la medida punitiva”, dijo Tamas Varga, de la correduría PVM. “En un clima económico sano, un acontecimiento así equivaldría a dar el pistoletazo de salida en la carrera de vuelta a los 100 dólares”.
(Reporte de Jeslyn Lerh en Singapur; reporte adicional de Laila Kearney en Nueva York; editado en español por Carlos Serrano)