La calificadora mantuvo la nota crediticia de Pemex en B1, pero cambio su perspectiva de estable a negativa.
Moody’s ratificó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) en B1, pero cambió la perspectiva a negativa desde estable debido a mayores riesgos crediticios ante su incapacidad de mejorar su desempeño financiero y operativo.
“La perspectiva negativa de las calificaciones de Pemex refleja la visión de Moody’s de que, ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio, es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”, expuso Moodys.
La modificación de la calificación llega, luego de que hace dos semanas, Fitch Rating, redujo la calificación de la empresa productiva del estado de B+ a BB-, el equivalente a “bono basura” debido a los “retos operativos” a los que se enfrenta.
Este cambio de la perspectiva negativa implicaría que la calificación de Pemex podría bajar en un plazo de un año.
Esto debido a que la agencia estima que el apoyo del gobierno de México hacia la empresa estatal aún será alto este año y el siguiente.
Y ante la probabilidad que los fundamentos financieros de la compañía continúen con un deterioro ante la falta de cambios en el modelo de negocio actual.
Moody’s prevé que, a la próxima administración federal, que asumirá a finales de 2024, le resultará cada vez más difícil mantener los apoyos.
“La perspectiva de una reducción del espacio fiscal en los próximos años restringiría la capacidad del soberano de brindar apoyo a niveles comparables a los registrados durante la administración del presidente López Obrador.”
La calificadora mantuvo la nota crediticia de Pemex en B1, pero cambio su perspectiva de estable a negativa.
Moody’s ratificó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) en B1, pero cambió la perspectiva a negativa desde estable debido a mayores riesgos crediticios ante su incapacidad de mejorar su desempeño financiero y operativo.
“La perspectiva negativa de las calificaciones de Pemex refleja la visión de Moody’s de que, ante la falta de cambios fundamentales en la estrategia de negocio, es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentar las inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”, expuso Moodys.
La modificación de la calificación llega, luego de que hace dos semanas, Fitch Rating, redujo la calificación de la empresa productiva del estado de B+ a BB-, el equivalente a “bono basura” debido a los “retos operativos” a los que se enfrenta.
Este cambio de la perspectiva negativa implicaría que la calificación de Pemex podría bajar en un plazo de un año.
Esto debido a que la agencia estima que el apoyo del gobierno de México hacia la empresa estatal aún será alto este año y el siguiente.
Y ante la probabilidad que los fundamentos financieros de la compañía continúen con un deterioro ante la falta de cambios en el modelo de negocio actual.
Moody’s prevé que, a la próxima administración federal, que asumirá a finales de 2024, le resultará cada vez más difícil mantener los apoyos.
“La perspectiva de una reducción del espacio fiscal en los próximos años restringiría la capacidad del soberano de brindar apoyo a niveles comparables a los registrados durante la administración del presidente López Obrador.”