El gobierno de Japón se encuentra negociando con los Estados Unidos una excepción en contra de las importaciones de crudo de Irán, argumentando una medida de seguridad energética.
De acuerdo a un reporte de S&P Global Platts, las refinerías japonesas están configuradas para recibir petróleo de ese país, por lo que se necesitaría tiempo y dinero para reconfigurarlas.
El ministro de energía de Japón, Ryo Minami, busca que el departamento del Tesoro permita al país asiático realizar compras de crudo más allá del 4 de noviembre, fecha en la que inician las sanciones.